El fundador y dimitido consejero delegado de Gowex, Jenaro García, remitió el domingo un folio con su confesión a la Audiencia Nacional, según han informado en fuentes jurídicas. En este documento el empresario reconocía la contabilidad ficticia de la compañía y recordaba que acudió al mercado alternativo para intentar capitalizar la empresa, para lo que también puso su propio dinero, tal y como añadió en el texto.
En su confesión, añaden las mismas fuentes, Jenaro García habló de dos cantidades importantes como principales problemas, aunque no quedaban claras ni sus orígenes ni las propias cifras y solo que una de ellas hacía referencia a 20 millones de euros.
Las mismas fuentes indicaron que tampoco está claro que sea una estafa de suficiente entidad para la Audiencia Nacional, aunque la alarma causada en el mercado alternativo bursátil donde cotizaba y el hecho de que los afectados sean inversores de toda España puede acabar provocando que la responsable de investigar lo sucedido sea esta institución.
El documento llegó a la Audiencia el domingo, después de que la empresa publicase un hecho relevante en el MAB en el que admitía que "las cuentas de la Sociedad de, al menos, los últimos cuatro años no reflejan su imagen fiel". En el mismo documento, el consejo de administración asumía que "ante la previsión de que la Sociedad no pueda hacer frente a sus deudas corrientes a su vencimiento, ha acordado presentar solicitud de concurso de acreedores voluntario de la Sociedad".
"Realizada mi confesión voluntaria en los juzgados. Estoy dispuesto a asumir las consecuencias y colaborar con la justicia. Encaro las cosas", colgaba el domingo en su cuenta de Twitter el expresidente de Gowex, puesto que presentó su dimisión en este mismo consejo celebrado el sábado.
Aunque en esa reunión se atribuyó "la autoría de esa falsedad", la responsabilidad penal puede hacerse extensiva a otros administradores de la sociedad. También queda en mal lugar la actuación de M&A, la firma que auditó las cuentas en los últimos años y que es casi desconocida entre las grandes empresas.
EL PAIS