El periodista José Vicente Rangel en su columna “El Espejo” publicada en el diario Últimas Noticias señaló que “es el momento de declinar visiones particulares y de exaltar lo colectivo. De no dejarse distraer por la obsesión de la inmediatez y proyectar hacia el futuro”.
Asimismo, se preguntó: “¿No hay instancias internas donde dirimir el diferendo, o no existe la seriedad indispensable para evaluar los efectos explosivos que provocan las actitudes de calificados dirigentes del proceso?”.
Además, agregó que es necesario “defender los logros políticos, sociales e institucionales alcanzados hasta el presente y cumplir y desarrollar a fondo la Constitución Bolivariana que consagra una nueva democracia y facilita la participación del pueblo, como nunca se dio”.
A continuación el texto completo:
1.- La experiencia debe servir para algo. No es posible acumularla a través del tiempo y, en el momento menos pensado, dilapidarla. En una actividad como la política, que en buena medida resume la condición humana, la experiencia cuenta mucho y no es algo de carácter testimonial ¿A qué viene esta consideración, se preguntará el lector? A lo que ocurre en el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), la formación política más importante del país y, por qué no decirlo, de Latinoamérica. No voy a entrar en consideraciones ideológicas a las cuales, en el universo de la izquierda, se suele recurrir para justificar desviaciones personalistas en la lucha por la conducción. Importa más abordar el tema desde el ángulo de las responsabilidades individuales y de las circunstancias en que se plantean las diferencias que surgen en el complejo mundo del partido, instancia en la que se dirime buena parte de lo que sucede en la sociedad.2.- ¿Acaso no es una demostración de irresponsabilidad -por no decir de inmadurez- que en los actuales momentos de aguda crisis, con múltiples problemas que golpean directamente a los ciudadanos, surja en el Psuv un escarceo polémico que, llevado a la calle, agrega nuevas tensiones a la situación del país? ¿No hay instancias internas donde dirimir el diferendo, o no existe la seriedad indispensable para evaluar los efectos explosivos que provocan las actitudes de calificados dirigentes del proceso?3.- Tanto los pasos dados para difundir situaciones que deben tratarse con responsabilidad y prudencia, y la reacción de apelar a procedimientos como la suspensión de militancia, tribunales disciplinarios, que históricamente demostraron que nada resuelven, sino que complican los problemas, es algo que presagia graves desarrollos futuros. La experiencia es lapidaria con el ejemplo de grandes partidos que se consumieron en sucesivas divisiones cuando creyeron hallar en la “justicia partidaria” o en pronunciamientos de importantes dirigentes, la solución a situaciones que requerían tratamiento distinto.4.- La relación entre lo que sucede a lo interno del Psuv y la conjura nacional e internacional que afronta el gobierno de Maduro, que pone en peligro la seguridad de la nación, es lo más importante actualmente. Si la conspiración tiene la magnitud que se le asigna, si está en peligro la estabilidad institucional y el propio destino nacional, ¿por qué actuar como viene sucediendo?5.- Soy chavista, con independencia para analizar y opinar sobre el acontecer nacional. Defiendo, sin ambigüedad, el actual proceso de cambio. Con la firme determinación de asumir su defensa en todos los terrenos. El primer deber de un ciudadano comprometido, en las circunstancias por las que atraviesa Venezuela, consiste en tomar en cuenta -de manera prioritaria- la emergencia.Defender los logros políticos, sociales e institucionales alcanzados hasta el presente y cumplir y desarrollar a fondo la Constitución Bolivariana que consagra una nueva democracia y facilita la participación del pueblo, como nunca se dio. Todo lo cual es algo que está por encima de cualquier otra consideración, personal, política, ideológica. Caminamos sobre vidrios rotos. Lo que implica un mayor compromiso de dirigentes y dirigidos con valores como la prudencia, la lealtad, el respeto a la legalidad. Es el momento de declinar visiones particulares y de exaltar lo colectivo. De no dejarse distraer por la obsesión de la inmediatez y proyectar, tanto la mirada como la acción, hacia el futuro. Es la obligación de todos. Por igual.José Vicente Rangel
jvrangelv@yahoo.es
Caminar sobre vidrios rotos
“El Espejo”
Por José Vicente Rangel
Últimas Noticias