Las grandes empresas constructoras niponas están desarrollando robots capaces de realizar tareas como la excavación de cimientos o el mantenimiento de túneles y diques, para las que escasea la mano de obra, según publica este miércoles el diario Nikkei.
Varias de las mayores empresas inmobiliarias y de infraestructuras de Japón como Obayashi, Shimizu o Penta-Ocean han apostado por la automatización de su mano de obra ante la falta de trabajadores cualificados en el sector, un problema que se agravará con la tendencia al envejecimiento de la población nipona.
Obayashi ultima un prototipo de robot que comenzará a emplear en 2015 en la excavación de cimientos de edificios y que acabará con la necesidad de contar con obreros humanos sobre el terreno, según el citado diario económico nipón.
Estas máquinas están dotadas de sensores que analizan el estado del suelo y ajustan por sí mismos el ritmo de las obras, aunque no son completamente autónomos y parte de sus funciones serán controladas remotamente por personas.
Por su parte, Shimizu, otra de las mayores constructoras niponas, prevé comercializar en 2017 un modelo de robot que detecta y analiza grietas en el interior de túneles ferroviarios y de carreteras.
El autómata podrá desplazarse a unos 40 kilómetros por hora dentro de los túneles, y será capaz de realizar en una hora y con la asistencia de tres operarios humanos la labor para la que actualmente se emplean cuatro obreros y veinte horas de trabajo.
Asimismo, Penta-Ocean Construction ha creado un dispositivo submarino capaz de realizar tareas de mantenimiento similares en diques, un equipamiento que ya está en fase de pruebas y que podría reducir los costes laborales en un 80 por ciento, según la constructora.
Japón cuenta actualmente con unos 4,99 millones de trabajadores en el sector de la construcción, de los cuales un tercio son mayores de 55 años, por lo que está previsto que la cifra caiga a unos 4 millones durante la próxima década, según datos de la Federación Japonesa de Contratantes de la Construcción.
El Ministerio de Comercio e Industria calcula que la producción de la industria robótica japonesa alcanzará en 2020 cerca de 2,9 billones de yenes (unos 21.117 millones de euros), y que para 2035 se disparará a unos 9,7 billones de yenes (unos 70.800 millones de euros).
Varias de las mayores empresas inmobiliarias y de infraestructuras de Japón como Obayashi, Shimizu o Penta-Ocean han apostado por la automatización de su mano de obra ante la falta de trabajadores cualificados en el sector, un problema que se agravará con la tendencia al envejecimiento de la población nipona.
Obayashi ultima un prototipo de robot que comenzará a emplear en 2015 en la excavación de cimientos de edificios y que acabará con la necesidad de contar con obreros humanos sobre el terreno, según el citado diario económico nipón.
Estas máquinas están dotadas de sensores que analizan el estado del suelo y ajustan por sí mismos el ritmo de las obras, aunque no son completamente autónomos y parte de sus funciones serán controladas remotamente por personas.
Por su parte, Shimizu, otra de las mayores constructoras niponas, prevé comercializar en 2017 un modelo de robot que detecta y analiza grietas en el interior de túneles ferroviarios y de carreteras.
El autómata podrá desplazarse a unos 40 kilómetros por hora dentro de los túneles, y será capaz de realizar en una hora y con la asistencia de tres operarios humanos la labor para la que actualmente se emplean cuatro obreros y veinte horas de trabajo.
Asimismo, Penta-Ocean Construction ha creado un dispositivo submarino capaz de realizar tareas de mantenimiento similares en diques, un equipamiento que ya está en fase de pruebas y que podría reducir los costes laborales en un 80 por ciento, según la constructora.
Japón cuenta actualmente con unos 4,99 millones de trabajadores en el sector de la construcción, de los cuales un tercio son mayores de 55 años, por lo que está previsto que la cifra caiga a unos 4 millones durante la próxima década, según datos de la Federación Japonesa de Contratantes de la Construcción.
El Ministerio de Comercio e Industria calcula que la producción de la industria robótica japonesa alcanzará en 2020 cerca de 2,9 billones de yenes (unos 21.117 millones de euros), y que para 2035 se disparará a unos 9,7 billones de yenes (unos 70.800 millones de euros).
EFE