El Secretario General de la ONU ha expresado alarma ante el reciente anuncio de las autoridades israelíes de declarar "tierra del Estado" cerca de 1.000 acres (unas 404 hectáreas) de suelo en el área de Belén, en Cisjordania.
En un comunicado difundido por su portavoz, se señaló que esa decisión plantea el riesgo de allanar el camino para más asentamientos.
La ONU ha reiterado en numerosas ocasiones que esa actividad es ilegal de acuerdo al derecho internacional y va en contra del objetivo de llegar a una solución de dos estados.
Ban Ki-moon pidió a Israel que atienda los llamamientos de la comunidad internacional de frenar la actividad de asentamientos y cumpla sus compromisos según el derecho internacional y el plan del Cuarteto.