El coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Robert Serry, expresó horror por el ataque de esta mañana en una sinagoga en Jerusalén Occidental, donde al menos cuatro israelíes murieron y otros ocho resultaron heridos.
Serry subrayó en un comunicado que no existe justificación para esos homicidios deliberados y los condenó enérgicamente.
El coordinador especial reiteró el llamamiento de Naciones Unidas a todas las partes a hacer todo lo posible para evitar una mayor escalada de la situación de por sí muy tensa en Jerusalén.
Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos también expresó alarma por la reciente serie de incidentes violentos en Israel y en los territorios palestinos ocupados.
Rupert Colville es el portavoz de esa oficina en Ginebra:
"La Oficina de derechos humanos condena todos los actos de violencia que ocasionaron muertos y heridos. Israel tiene el deber de garantizar la ley y el orden, lo que incluye llevar ante la justicia a los responsables de esos ataques, pero en concordancia con las leyes internacionales. La Oficina urge a las autoridades israelíes a abstenerse de adoptar medidas como las demoliciones punitivas, que violan el derecho internacional y podrían enardecer aún más la situación", subrayó el vocero.
Colville también señaló que el Alto Comisionado continúa observando con preocupación la tensa y volátil situación en Cisjordania y Jerusalén Oriental, donde se registran enfrentamientos frecuentes entre jóvenes palestinos y fuerzas de seguridad israelíes.