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lunes, 22 de diciembre de 2014

La respuesta contra el ébola funciona, pero debe acelerarse, según la ONU

(Naciones Unidas, 22 de diciembre. EFE).- La respuesta internacional contra el ébola está funcionando, pero no todo lo rápido que debería, aseguró hoy el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien anunció que la organización trabaja ya para apoyar la recuperación de los países más afectados por el brote.
“Nuestra estrategia está funcionando y se ha dado la vuelta a la curva, va hacia abajo, pero no lo suficientemente rápido”, señaló Ban en una conferencia de prensa tras regresar de una visita a África Occidental, el epicentro de la crisis.
Según el diplomático coreano, es necesario acelerar los progresos para cumplir cuanto antes con el objetivo de tener “cero casos” de ébola, una meta que según señaló este mes la Organización Mundial de la Salud (OMS) podría no cumplirse hasta mediados del próximo año.
Debemos hacer de esto un objetivo a corto plazo, ni siquiera a medio, para poder terminar con esto cuanto antes”, dijo Ban a los periodistas.
Para ello, aseguró, la ONU y los países más afectados necesitan que la comunidad internacional continúe apoyando su trabajo con contribuciones financieras, materiales y humanas.
“Agradezco a muchos países que han ofrecido generosas contribuciones de personal, equipamientos y fondos. Si vamos a ganar esta batalla, necesitamos aún más solidaridad“, indicó Ban.
La tasa de transmisión del ébola se ha ralentizado en las últimas semanas, lo que indica según las Naciones Unidas que la estrategia de aislar a los pacientes, investigar los contactos que habían mantenido e impulsar entierros seguros está funcionando.
“Algunas áreas que eran puntos calientes, como el condado de Lofa en Liberia, llevan semanas libres de ébola”, destacó el secretario general.
Según datos facilitados hoy por la OMS, un total de 19.340 personas han sufrido la enfermedad este año, de las que 7.518 han muerto.
Este recuento incluye los casos confirmados, probables y sospechosos, de los que un total de 2.571 corresponden a Guinea, 7.830 a Liberia y 8.939 a Sierra Leona, los tres países donde el virus del ébola ha circulado de forma intensa desde mayo pasado.
Ban aseguró que desde el inicio del brote, la epidemia ha cambiado de forma, pasando de extenderse desde un epicentro a registrar docenas de cadenas de transmisión aisladas.
En respuesta, la ONU y sus socios están aumentando el énfasis en “cazar” el virus, desplegando equipos de médicos, enfermeros, técnicos de laboratorio y epidemiólogos en las áreas más remotas.
La tarea, recordó Ban, es enormemente compleja por el tamaño de la zona afectada por la enfermedad -más grande que el Reino Unido- y los millones de personas que viven en ella.
El secretario, que visitó en los últimos días algunas de las zonas más golpeadas por el virus, aseguró haber visto “un enorme sufrimiento”, pero también “actos casi sobrehumanos de bondad y de ayuda”.
En ese sentido, alabó una vez más la labor de todo el personal médico dedicado a combatir la enfermedad y exigió que se no se tomen medidas que puedan ir en su contra o que impulsen el miedo entre la población.
“Las personas que han viajado a los países afectados por el ébola y no tienen síntomas de infección no son una amenaza”, recordó Ban, que volvió a manifestar su oposición a cualquier tipo de restricción de los viajes, cierres de fronteras y otros “obstáculos”.
“Mientras luchamos contra el virus del ébola es igualmente crucial combatir el contagio del miedo”, insistió.
Además de seguir trabajando para terminar con el brote, Ban consideró que es momento de comenzar a trabajar en la recuperación de los países más afectados, donde la economía se ha paralizado, muchos niños han dejado de ir a las escuelas y la atención sanitaria habitual se ha visto duramente afectada.
En ese sentido, el secretario general de la ONU ordenó hoy a las agencias de la organización encargadas de desarrollo que planeen junto a los países afectados planes de recuperación.
Según las Naciones Unidas, el ébola ha supuesto un durísimo golpe para las economías de Guinea, Liberia y Sierra Leona, que han visto caer la actividad a mínimos y que sin ayuda podrían sufrir las consecuencias durante años.
Ban dijo, además, que la comunidad internacional debe aprender de esta epidemia y poner en marcha mejores mecanismos de alerta y respuesta rápidos ante futuros brotes de enfermedades, para lo que anunció que tiene previsto trabajar en un “serio esfuerzo” junto a los Gobiernos de todo el mundo.