La policía de Shanghái dijo este jueves que esperaba una asistencia inferior a la fiesta de Año Nuevo de esa ciudad -en la que murieron 36 personas como consecuencia de una avalancha humana- y que por ello desplegó a menos agentes que en otras celebraciones.
Según informó hoy el diario oficial Shanghai Daily, la policía no puso en marcha algunas de las medidas que tenía preparadas, porque preveía que la fiesta fuera menos multitudinaria que en años anteriores, pese a que la cita acabó como la estampida más mortífera de a última década en China.
Además de los 36 fallecidos, entre los que hay un niño de 12 años y una mayoría de veinteañeros, en el incidente resultaron heridas 47 personas, 13 de ellas en estado grave.
La avalancha se produjo en una fiesta de Año Nuevo en el corazón histórico de Shanghái, en la plaza Chen Yi, situada cerca del malecón fluvial conocido como el Bund, poco antes de la entrada en el año 2015.
La celebración se planificó en un principio para un área abierta, pero se cambió después a una zona cerrada de acceso de pago, para evitar aglomeraciones como las del año anterior, en las que unas 300.000 personas acudieron al lugar.
Al haber organizado una fiesta de perfil más bajo que en años previos, la policía no envió, como había previsto inicialmente, a 700 agentes adicionales, ni cerró las estaciones de metro cercanas, explicó Cai Lixin, segundo comandante en jefe de la Oficina Seguridad Pública de Shanghái en la zona de Huangpu.
Sin embargo, cuando recibió informaciones de la alta asistencia al evento, la policía empezó a reforzar su dispositivo en la zona y después de la estampida desplazó a 500 agentes, añadió el dirigente de la Oficina de Seguridad Pública.
Según los testimonios de los supervivientes divulgados por la prensa china, la avalancha se originó en las escaleras de una plataforma elevada adyacente a la plaza Chen Yi, donde se aglomeró una gran cantidad de personas.
Algunos testigos declararon que el incidente pudo estar relacionado con el lanzamiento de unos cupones desde edificios aledaños, aunque la policía de Shanghái puso en duda estas afirmaciones y recordó que la investigación sigue abierta.
EFE