Tras la dura derrota del Inter ante el débilSassuolo por 3-1, los jugadores neroazurro quisieron tener un gesto con la hinchada, como una especie de perdón por la caída. Sin embargo, no fue aceptada.
Cuando Mauro Icardi tiró su camiseta a la tribuna, el hincha que la agarró la arrojó nuevamente a la cancha. Cuando el atacante vio lo que pasaba, explotó y comenzó a insultar al fanático (Mira aquí abajo la acción).
Sumido en una crisis que lo ha condenado al fondo de la clasificación de la Serie A (sólo ha sumado 10 puntos de los últimos 30), su derrota hoy frente al Sassuolo no ha hecho más que acrecentar todavía más los ánimos de una hinchada a la que se le está acabando la paciencia y que no duda en hacérselo saber a sus jugadores.