En el ojo de la tormenta, la iglesia chilena concretará este sábado la asunción como obispo de Osorno del sacerdote Juan Barros -acusado de encubrir abusos sexuales- una designación del Papa Francisco que provocó el rechazo de laicos y religiosos que resisten el nombramiento.
La elección de Barros en enero fue cuestionada de inmediato por sus vinculaciones con el sacerdote Fernando Karadima, un influyente formador de obispos que el Vaticano declaró culpable de abusos sexuales retirándolo a “una vida de oración y penitencia”.
“Sabemos que el nombramiento de obispos es algo que el Papa Francisco toma muy en serio. Sin embargo, causa escándalo el nombramiento del obispo Juan Barros como titular de la diócesis de Osorno”, señalaron en una carta pública Juan Carlos Cruz Chellew, James Sánchez y José Murillo, denunciantes de los abusos sexuales cometidos por Karadima.
“Un hombre (Barros) al que hemos acusado de haber sabido y presenciado abusos, fomentando las dinámicas perversas del poder”, agrega.
La misiva es una muestra más de la indignación de gran parte de la sociedad chilena -mayoritariamente católica- que considera la decisión del papa argentino una mala señal para sus fieles, que celebraron en todo el mundo las declaraciones del pontífice sobre ser implacable para condenar delitos sexuales dentro de la iglesia.
“Es una pésima señal al catolicismo chileno que personas cuestionadas estén asumiendo cargos importantes, creo que laiglesia necesita limpiarse de esos abusos“, dijo a la AFP la doctora en historia Ana María Stuven, que participó en un libro sobre la iglesia en Chile
La designación “contribuye mucho a continuar con la polémica en torno a si la iglesia está o no comprometida con sacerdotes que han faltado a la ética” señaló la especialista que recordó que el caso Karadima fue “emblemático, porque era un sacerdote muy vinculado a los sectores más encumbrados de la sociedad chilena”.
Pese a la polémica generada por Barros, Stuven desestimó “que se ensombrezca la buena imagen que se tiene del Papa, pero si genera dudas en las asesorías” que llegan al Vaticano, agregó.
En febrero, un grupo de 51 diputados chilenos entregó una carta de protesta al Vaticano -solicitando la revisión de ladesignación de Barros- al igual que lo hicieron 1.300 laicos, pero los reclamos no tuvieron éxito y este sábado la población deOsorno a unos 920 kilómetros de Osorno presenciará la asunción del obispo.
El lunes, Barros rompió el silencio en una carta pública en la que aseveró: “jamás tuve conocimiento de alguna denuncia respecto del sacerdote Karadima”.
No he aprobado ni participado en esos hechos gravemente deshonestos”, agregó en su declaración.
Fuente: AFP