El gobernador de Indiana (EE.UU.), el republicano Mike Pence, dio marcha atrás este martes al pedir al Legislativo del estado que evalúe cambios de la ley de libertad religiosa que ha sido criticada por permitir la discriminación de homosexuales.
Pence aseguró en una rueda de prensa que la ley, aprobada por él mismo la semana pasada, ha sido injustamente criticada y erróneamente representada por los medios comunicación, e indicó que no ampara la discriminación de gays o lesbianas.
"Después de mucha reflexión y en consultas con los líderes de la asamblea general, he concluido que sería adecuado poner en marcha una legislación que deje claro que esta ley (la de libertad religiosa) no permite que las empresas nieguen los servicios a nadie", aseguró Pence.
"Queremos dejar claro que Indiana está abierta a los negocios", subrayó el gobernador.
La posibilidad de que la ley permitiera denegar servicios a clientes y consumidores por ser homosexual había puesto a empresarios del estado en contra por el temor a afectar a la atracción de inversiones y las operaciones de sus negocios.
La Casa Blanca insistió en que la nueva ley de libertad religiosa aprobada en el estado de Indiana es discriminatoria, va en contra de los intereses de empresarios y ha sido criticada por políticos republicanos y demócratas.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, acusó al gobernador Pence de haber "intentado falsamente" comparar la ley de su estado con otra aprobada a nivel federal en 1993, que garantizaba ciertas posibilidades de objeción a minorías religiosas, pero solo en interacciones con el Gobierno.
En opinión de la Casa Blanca, la ley de Indiana es mucho más amplia al ser aplicable a "individuos y no minorías religiosas", y a interacciones en el sector privado, por lo que es "más abierta y podría ser usada en un intento para justificar la discriminación contra alguien".
"Por eso, hemos visto tal clamor en ambos partidos contra esta ley", añadió el portavoz, quien destacó la oposición de la comunidad empresarial del estado y de grupos religiosos.
Por su parte, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, ha criticado abiertamente la ley de Indiana, así como otras similares que están en proceso legislativo en varios estados con gobernadores conservadores.
Pence aseguró en una rueda de prensa que la ley, aprobada por él mismo la semana pasada, ha sido injustamente criticada y erróneamente representada por los medios comunicación, e indicó que no ampara la discriminación de gays o lesbianas.
"Después de mucha reflexión y en consultas con los líderes de la asamblea general, he concluido que sería adecuado poner en marcha una legislación que deje claro que esta ley (la de libertad religiosa) no permite que las empresas nieguen los servicios a nadie", aseguró Pence.
"Queremos dejar claro que Indiana está abierta a los negocios", subrayó el gobernador.
La posibilidad de que la ley permitiera denegar servicios a clientes y consumidores por ser homosexual había puesto a empresarios del estado en contra por el temor a afectar a la atracción de inversiones y las operaciones de sus negocios.
La Casa Blanca insistió en que la nueva ley de libertad religiosa aprobada en el estado de Indiana es discriminatoria, va en contra de los intereses de empresarios y ha sido criticada por políticos republicanos y demócratas.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, acusó al gobernador Pence de haber "intentado falsamente" comparar la ley de su estado con otra aprobada a nivel federal en 1993, que garantizaba ciertas posibilidades de objeción a minorías religiosas, pero solo en interacciones con el Gobierno.
En opinión de la Casa Blanca, la ley de Indiana es mucho más amplia al ser aplicable a "individuos y no minorías religiosas", y a interacciones en el sector privado, por lo que es "más abierta y podría ser usada en un intento para justificar la discriminación contra alguien".
"Por eso, hemos visto tal clamor en ambos partidos contra esta ley", añadió el portavoz, quien destacó la oposición de la comunidad empresarial del estado y de grupos religiosos.
Por su parte, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, ha criticado abiertamente la ley de Indiana, así como otras similares que están en proceso legislativo en varios estados con gobernadores conservadores.
EFE