"La clave de una buena gestión es que los amigos pinten la valla y paguen por el privilegio de hacerlo". Eso es lo que dice Mark Twain en Las Aventuras de Tom Sawyer y es el ejemplo que el Banco de Pagos Internacionales (BIS, en sus siglas en inglés) utilizó este miércoles para explicar qué significa que haya tal volumen de deuda pública europea que está pagando intereses negativos. En concreto, son 2,4 billones de dólares (2,26 billones de euros al cambio de ayer) con la tasa de rentabilidad negativa, con datos de mediados de febrero, según el informe trimestral del organismo que ejerce de coordinador de los bancos centrales.
"Como muestran los mercados día tras día, las fronteras de lo impensable son extraordinariamente elásticas", ha señalado Claudio Borio, jefe del departamento Monetario y Económico del BIS al presentar el informe este miércoles. Desde mediados de febrero, fecha a la que corresponden los últimos datos disponibles, la tendencia a la baja que los intereses que los inversores reclaman a la deuda pública de la zona euro ha bajado.
Los datos que recoge Bloomberg apuntan en el mismo sentido: 88 de los 346 valores del índice de bonos soberanos tienen intereses negativos y los títulos emitidos en la zona euro representan el 80% de los 2,35 billones de dólares.En concreto, las últimas cifras indican que los rendimientos soberanos de la deuda alemana, francesa y suiza eran negativos hasta cuatro, seis y 10 años, respectivamente.
La oleada de estímulos por parte de los bancos centrales no tiene precedentes. Desde principios de diciembre, más de 20 de estos han relajado su política, "a menudo pillando a los mercados por sorpresa", resalta el BIS. Mientras el Banco Popular de China o el Banco de la Reserva de la India reaccionaron a "cuestiones locales", el Banco Nacional de Suiza o el Banco Central de Dinamarca lo hicieron a las condiciones externas.
"Las tasas oficiales negativas en el extremo corto, unidas en algunos casos a compras a gran escala en el extremo más largo, han llevado las primas por plazo y los rendimientos nominales fuertemente hacia el terreno negativo", ha explicado Borio. "Si este viaje sin precedentes continúa, se podrían estar poniendo a prueba los límites técnicos, económicos, jurídicos e incluso políticos. Las consecuencias deben observarse muy de cerca, pues posiblemente tengan repercusiones significativas en el sistema financiero y más allá", advierte el responsable del BIS.
EL PAIS