El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, condenó enérgicamente los ataques terroristas cometidos este viernes contra tres mezquitas y un edificio de gobierno, que causaron al menos 120 muertes y dejaron heridas a más de 150 personas en Yemen.
Los atentados ocurrieron durante las oraciones del viernes en dos mezquitas en Sana´a, la capital, y en un tercer templo y una oficina en la ciudad de Sa´dha.
Según los testigos, cada ataque fue cometido por dos suicidas, el primero de los cuales se inmoló en la entrada de las edificaciones y el segundo hizo estallar su carga poco después en el interior de los recintos.
En un comunicado, Ban llamó a todas las partes a cesar de inmediato los actos hostiles y a actuar con mesura.
Subrayó que todos los actores deben cumplir con los compromisos establecidos para resolver sus diferencias por medios pacíficos, además de que deben comprometerse de buena fe con las negociaciones mediadas por la ONU para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la crisis.
Del mismo modo, Ban recordó a las partes yemenitas sus obligaciones según las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las urgió a apoyar a su asesor especial para Yemen en los esfuerzos por avanzar el diálogo.
