El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantendrá las débiles previsiones de crecimiento para Latinoamérica en su próximo Informe de Previsiones Económicas Globales (WEO) con riesgos en el medio plazo, como la falta de espacio fiscal.
En una conferencia sobre las tendencias macroeconómicas en la región organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Hamid Fariqee, economista del FMI, adelantó este miércoles que el nuevo informe del WEO, que se publicará a mediados de mes, seguirá mostrando el bajo crecimiento de la región.
Las proyecciones publicadas en la actualización parcial de enero apuntaba a un crecimiento en Latinoamérica y el Caribe del 1,3 % en 2015 y del 2,3 % en 2016, menores que las publicadas en octubre.
El jefe de la división que genera los informes regionales del FMI para el continente americano afirmó que "el bajo crecimiento continuará en general en 2015" en Latinoamérica y el Caribe.
El economista apuntó que las previsiones de crecimiento serán ligeramente más sólidas en países más al norte, que en el sur, donde los datos serán "débiles".
En su opinión, Latinoamérica se enfrenta a desafíos en el medio plazo, con el aumento del valor del dólar, mientras que la falta de espacio fiscal podría complicar el ritmo de reformas estructurales y la adopción de políticas destinadas a absorber sobresaltos y aumentar el potencial de crecimiento.
"Las opciones de políticas de estímulo son limitadas, no hay mucha capacidad para estímulo a corto plazo en muchos países", explicó Fariqee, quien añadió que el principal desafío de la región es "fortalecer el crecimiento".
El bajo crecimiento, en opinión del FMI, obliga a abordar reformas en educación, infraestructuras y apertura económica para evitar "deficiencias estructurales y cuellos de botella" y aumentar el crecimiento a medio plazo.
Entre los aspectos negativos que contribuyen a que el crecimiento siga siendo decepcionante en la región están, según la opinión del FMI, "la baja inversión, los bajos ahorros y la baja productividad".
Asimismo, la falta de diversificación económica, en términos de "sofisticación" y por la gran dependencia en las materias primas, es otra de las razones de que el potencial de crecimiento siga siendo bajo en comparación con otras regiones emergentes.
Los comentarios fueron realizados en la presentación en Washington del informe macroeconómico del BID "El laberinto. Cómo América Latina y el Caribe puede navegar la economía global".
Andrew Powell, coordinador del informe del BID, destacó también que las economías latinoamericanas se verán influidas en diferentes grado por los bajos precios del petróleo, el dólar más fuerte y el crecimiento estadounidense, con Centroamérica como principal beneficiado.
Por su parte, Alberto Ades, economista de Bank of America, señaló que Latinoamérica tiende a inclinarse políticamente al "centro o la derecha cuando las condiciones económicas se deterioran", lo que en su opinión "es una oportunidad para el FMI y el BID para vender una agenda de reformas".
En una conferencia sobre las tendencias macroeconómicas en la región organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Hamid Fariqee, economista del FMI, adelantó este miércoles que el nuevo informe del WEO, que se publicará a mediados de mes, seguirá mostrando el bajo crecimiento de la región.
Las proyecciones publicadas en la actualización parcial de enero apuntaba a un crecimiento en Latinoamérica y el Caribe del 1,3 % en 2015 y del 2,3 % en 2016, menores que las publicadas en octubre.
El jefe de la división que genera los informes regionales del FMI para el continente americano afirmó que "el bajo crecimiento continuará en general en 2015" en Latinoamérica y el Caribe.
El economista apuntó que las previsiones de crecimiento serán ligeramente más sólidas en países más al norte, que en el sur, donde los datos serán "débiles".
En su opinión, Latinoamérica se enfrenta a desafíos en el medio plazo, con el aumento del valor del dólar, mientras que la falta de espacio fiscal podría complicar el ritmo de reformas estructurales y la adopción de políticas destinadas a absorber sobresaltos y aumentar el potencial de crecimiento.
"Las opciones de políticas de estímulo son limitadas, no hay mucha capacidad para estímulo a corto plazo en muchos países", explicó Fariqee, quien añadió que el principal desafío de la región es "fortalecer el crecimiento".
El bajo crecimiento, en opinión del FMI, obliga a abordar reformas en educación, infraestructuras y apertura económica para evitar "deficiencias estructurales y cuellos de botella" y aumentar el crecimiento a medio plazo.
Entre los aspectos negativos que contribuyen a que el crecimiento siga siendo decepcionante en la región están, según la opinión del FMI, "la baja inversión, los bajos ahorros y la baja productividad".
Asimismo, la falta de diversificación económica, en términos de "sofisticación" y por la gran dependencia en las materias primas, es otra de las razones de que el potencial de crecimiento siga siendo bajo en comparación con otras regiones emergentes.
Los comentarios fueron realizados en la presentación en Washington del informe macroeconómico del BID "El laberinto. Cómo América Latina y el Caribe puede navegar la economía global".
Andrew Powell, coordinador del informe del BID, destacó también que las economías latinoamericanas se verán influidas en diferentes grado por los bajos precios del petróleo, el dólar más fuerte y el crecimiento estadounidense, con Centroamérica como principal beneficiado.
Por su parte, Alberto Ades, economista de Bank of America, señaló que Latinoamérica tiende a inclinarse políticamente al "centro o la derecha cuando las condiciones económicas se deterioran", lo que en su opinión "es una oportunidad para el FMI y el BID para vender una agenda de reformas".
EFE