Por primera vez desde 2009 Gibraltar está viendo cómo se esfuma uno de sus negocios más rentables. En 2013 entraron en el Peñón más de 117 millones de cajetillas de tabaco. Cada una pagó un impuesto de entre 1,1 y 1,3 libras en este territorio y, gracias a esto, obtuvo unos ingresos netos de 190 millones de euros. Esta cifra es más del 30% del presupuesto total del Gobierno de Fabian Picardo o, lo que es lo mismo, todo el desembolso que hace anualmente en sanidad y educación. En este primer eslabón de la cadena está el gran beneficio del contrabando. A partir de ahí, llega el momento en el que las mafias hacen números. Un paquete de la marca «low cost» Ducal Red(fabricado por la firma luxemburguesa Landewyck) o de American Legend (elaborado por la griega Karelia) tiene un precio de dos euros en la Roca, mientras que al otro lado de la verja su valor ronda los cuatro euros (debido a la mayor fiscalidad). En esa diferencia es donde se juegan su ganancia las organizaciones criminales que controlan el contrabando de cigarrillos en el área que rodea Gibraltar (introduciendo la mercancía que ya ha pagado sus impuestos en Gibraltar de forma ilegal en Andalucía).
En los últimos diez meses se ha constatado que la impunidad con la que han operado las mafias en este apéndice rocoso de la Península parece haber terminado. El férreo control de la Agencia Tributaria en Andalucía ha provocado que se rompa la tendencia al alza en el aprovisionamiento de tabaco por parte de Gibraltar, que se redujo casi un 35% en 2014 (al pasar de más de 117 millones de cajetillas a 75 millones). Esta reducción en el aprovisionamiento de la materia prima para el contrabando por parte del Peñón ha tenido una repercusión directa en las aprehensiones de tabaco efectuadas por tráfico ilegal en La Línea de la Concepción. En 2013 se requisaron casi un millón de cajetillas, mientras que en 2014 la cifra bajó a 590.000. «Con los controles hemos roto esa dinámica perversa que consistía en que cada vez entrara más tabaco en Gibraltar y esto se tradujera en un incremento posterior del contrabando», indica Alberto García Valera, delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Ceuta y Melilla.
Lucha contra las mafias
Se trata solo del primer paso para terminar con el maná de ingresos que el Peñón obtiene del tabaco y que le ha costado a las arcas españolas más de 700 millones de euros. Este último dato afloró tras la denuncia de España ante la Oficina Europea de la Lucha contra el Fraude (Olaf), que al analizar la situación pidió que la justicia española y la británica actuaran contra estos delitos. Ante la contundencia de la Olaf, el mismo mes de agosto en el que la oficina antifraude emitió su informe Gibraltar redujo súbitamente sus compras de cigarrillos un 70% con respecto al mismo mes de 2013. «Esta inmediatez en la respuesta demuestra que el comercio de tabaco está concentrado en pocas manos», indica García Valera. Ahora España está orientando sus investigaciones contra la cúpula de las organizaciones criminales. Se busca la punta de la pirámide de las mafias que monopolizan el contrabando y el blanqueo de capitales que lleva asociado y «ya se han hecho avances importantes aunque la investigación está aún bajo secreto».
Por el momento, los exhaustivos controles en la verja ya están cambiando las pautas de los contrabandistas. En vez de salir por tierra, es cada vez más habitual que se usen pequeñas embarcacionesque se cargan de noche en el lado Este del Peñón, muy cerca de la pista del aeropuerto y de la verja. En esta zona se cargan pausadamente barcas de muy poco calado ante la pasividad de las autoridades gibraltareñas (mientras se alijan las lanchas en esta zona no hay ningún tipo de iluminación). Zarpan bordeando la costa en busca de la vecina playa de la Atunara en la Línea de la Concepción, a unos cientos de metros, y allí decenas de personas aguardan su llegada para desembarcar rápidamente la mercancía. «Son embarcaciones con solo tres o cuatro metros de eslora que, dada la poca profundidad de las aguas, son muy difíciles de perseguir».
Esto ha hecho que ahora se multiplique la vigilancia de la policía de aduanas en estas aguas. Los 30 kilómetros de costa adyacentes al peñónacaparan casi la cuarta parte de las horas de vigilanciamarítima que estos cuerpos de seguridad realizan en toda la costa andaluza.ABC