A dos semanas del devastador terremoto que golpeó a Nepal, los socorristas continúan esforzándose para asistir a la población de zonas remotas y de difícil acceso, dijo este lunes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El 25 de abril pasado, un sismo de magnitud 7,8 causó miles de muertes y destruyó numerosas viviendas y medios de subsistencia en más de la mitad de los distritos del país. Tras la catástrofe el gobierno lanzó una operación de asistencia masiva, con el apoyo de la comunidad internacional.
El organismo destacó que existe un margen de tiempo muy estrecho para llegar a la gente que lo necesita debido a la cercanía de la temporada de monzones, dentro de cuatro a seis semanas.
Las prioridades son vivienda y transporte de suministros, además de atención a la salud, saneamiento e higiene, así como asistencia alimentaria.