(Washington, 09 de mayo. EFE).- La todavía ausente reforma migratoria en Estados Unidos será uno de los temas centrales del debate electoral que atravesará en los próximos meses el país con vistas a las presidenciales de 2016, asunto fundamental para los hispanos, minoría cuyo voto es decisivo para llegar a la Casa Blanca.
Tanto republicanos como demócratas reconocen la necesidad de crear un marco legal que solvente las carencias del actual sistema migratorio; sin embargo, pese a las promesas del actual presidente, Barack Obama, y de ciertos sectores del Capitolio, la esperada reforma no ha logrado salir airosa en el Congreso.
Consciente de ello, la candidata favorita entre los demócratas, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton,aprovechó la festividad mexicana del 5 de mayo para delinear esta semana sus proyectos en materia de inmigración, un discurso que sorprendió a muchos por la apuesta ferviente que hizo por dotar a esos 11 millones de personas de un camino a la ciudadanía estadounidense.En las últimas elecciones legislativas del pasado noviembre, hasta 25 millones de latinos tenían derecho al voto, una cifra que sigue subiendo con el paso del tiempo y cuyo peso en los resultados de 2016 es innegable.
En un encuentro con jóvenes estudiantes inmigrantes en el instituto Rancho de Las Vegas (Nevada), Clinton prometió a los jóvenes indocumentados que luchará para sacar adelante una reforma migratoria integral “total e igualitaria” que contemple un camino a la ciudadanía para ellos y sus familias en todo el país.
Además, Clinton propuso extender el número de personas que podrían obtener permisos de trabajo a través de acciones ejecutivas de alivio migratorio, entre ellas los padres de niños indocumentados que se criaron y estudiaron en el país.
“Cuando estos (los candidatos en las primarias del Partido Republicano) hablan de ‘estatus legal’, a lo que se refieren es a ‘estatus de segunda clase’”, apuntó Clinton en referencia al exgobernador de Florida Jeb Bush, cuyo nombre se encuentra entre los favoritos si decide lanzarse a la carrera por la candidatura republicana.Clinton, que se ha adelantado a cualquier otro aspirante en explicar su postura al respecto, no perdió la ocasión para arremeter contra los republicanos, quienes además bloquearon un proyecto bipartidista en la Cámara baja durante casi dos años que hubiera resuelto el problema.
Bush, de esposa mexicana y con un completo dominio del español, ha sido siempre defensor de una reforma migratoria, pero ante las perspectivas de las primarias podría moderar más su discurso para contentar al núcleo más conservador de su partido, clave para escoger a su candidato a la Casa Blanca.
No está claro hasta qué punto la distinción entre ciudadanía y legalización importa a los votantes hispanos, ya que para muchos la prioridad es simplemente evitar la deportación.