Centenares de personas marcharon hoy sobre el puente de Brooklyn en Nueva York para demandar un endurecimiento de las leyes sobre porte y uso de armas de fuego en Estados Unidos.
La protesta fue liderada por la organización "Moms Demand Action for Gun Sense in America", e incluyó a numerosas madres y otros familiares de víctimas y supervivientes de ataques como los de la escuela Sandy Hook, que tras cruzar el East River desde Brooklyn hasta Manhattan, finalizaron ante el Ayuntamiento de Nueva York.
Los manifestantes reclamaron a las autoridades medidas que contribuyan a reducir el número de muertes por bala, en especial las de menores producidas de forma accidental por la abundancia de armas de fuego en hogares estadounidenses.
El debate sobre el control de armas ha sido una constante en los últimos años en EE.UU. y el presidente Barack Obama, admitió el pasado año que el fracaso a la hora de endurecer las leyes ha sido su "mayor frustración" como mandatario.
Dos sucesos de 2012: la matanza en un cine de Aurora (Colorado), que dejó 12 muertos y 58 heridos; así como otra ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres, reabrieron el debate sobre las armas en Estados Unidos.
El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generó más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas lleguen a los criminales o a personas con problemas de salud mental.
La protesta fue liderada por la organización "Moms Demand Action for Gun Sense in America", e incluyó a numerosas madres y otros familiares de víctimas y supervivientes de ataques como los de la escuela Sandy Hook, que tras cruzar el East River desde Brooklyn hasta Manhattan, finalizaron ante el Ayuntamiento de Nueva York.
Los manifestantes reclamaron a las autoridades medidas que contribuyan a reducir el número de muertes por bala, en especial las de menores producidas de forma accidental por la abundancia de armas de fuego en hogares estadounidenses.
El debate sobre el control de armas ha sido una constante en los últimos años en EE.UU. y el presidente Barack Obama, admitió el pasado año que el fracaso a la hora de endurecer las leyes ha sido su "mayor frustración" como mandatario.
Dos sucesos de 2012: la matanza en un cine de Aurora (Colorado), que dejó 12 muertos y 58 heridos; así como otra ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres, reabrieron el debate sobre las armas en Estados Unidos.
El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generó más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas lleguen a los criminales o a personas con problemas de salud mental.
EFE