Que el Real Madrid es un club presidencialista está más que demostrado desde la llegada de Florentino Pérez con sus proyectos, sus decisiones puramente comerciales y sus decisiones deportivas, muchas veces contrarias a la mayoría de los socios y que sólo cuentan con el consenso de una Junta con la que ni consulta y a la que sólo comunica las decisiones que él ha adoptado. La última prueba la destitución de Carlo Ancelotti.
Ahora, como siempre, Florentino Pérez ha tomado las riendas de su enésimo proyecto con fuerza y dispuesto a no dejar ningún cabo suelto ni en el área económica, ni en la social ni en la deportiva.
El presidente ha planificado la gira asiática sin tener en cuenta los intereses deportivos del equipo. Sólo le preocupa la proyección de la marca Real Madrid en Asia, los dividendos que reporte la gira y el resultado comercial de la misma. Rafa Benítez no ha tenido ni opción de pronunciarse al respecto ni tampoco los jugadores , aunque sabido es que no les gusta este tipo de pretemporadas y que luego el equipo lo acaba pagando físicamente.
Manipulación
Tampoco la afición madridista tiene mucho a decir en cuanto a las actuaciones y decisiones del presidente. Cuando se ha rebelado en el estadio con sus protestas o manifestando sus opiniones, estas han sido totalmente ignoradas. Y Florentino Pérezlas maneja a su antojo y traslada toda la presión a los protagonistas para él verse liberado de cualquier culpa a la hora de tomar decisiones. Ahí está el ‘caso Casillas’ , que pasó de conflicto entre Mourinho y el capitán, a gran debate entre la afición y queFlorentino ha hecho todo lo posible para reconducirlo y convertir a Casillas en el ‘malo’ de la película y presionarle al máximo para que sea él el que abandone elMadrid y no el presidente el que quiere echarle, como es en realidad su deseo desde hace mucho tiempo y parece que está a punto de conseguirlo.
Pero sus decisiones deportivas van más allá. Florentino Pérez quiere que su fichaje más millonario, Gareth Bale, tenga más protagonismo que el que ha tenido hasta ahora y ha ‘consensuado’ con Rafa Benítez que, está próxima temporada, el galés sea el gran protagonista del equipo. Incluso ha transmitido al nuevo técnico su interés porque la banda izquierda sea para Bale y desplazar a Cristiano Ronaldo a la punta del ataque blanco.
Estos movimientos no están sentando nada bien a Cristiano Ronaldo, quien pese a que hace pocos días ratificó que no piensa moverse del Real Madrid, no se siente lo suficientemente valorado por el presidente y por el club, que nunca ha salido en su defensa en las polémicas protagonizadas esta última temporada y que tuvieron su inicio en su famosa fiesta de aniversario, que le han llevado a adoptar una ley del silencio, que va a mantener en el inicio de la nueva temporada.
Freno a Sergio Ramos
Y ahora Florentino Pérez está en otra guerra, en el pulso que mantiene con Sergio Ramos, que va más allá del ámbito deportivo. El jugador no se siente valorado y el presidente no quiere darle lo que pide. En el trasfondo, frenar el ego y el protagonismo del jugador destinado a ser el primer capitán si se confirma la marcha de Casillas.
No quiere que Ramos le siga planteando pulsos como ha hecho en los casos deCasillas y Ancelotti. Florentino Pérez está dispuesto a llevar al extremo su presión sobre Sergio Ramos, para demostrarle quien manda en el club, y si le llega una oferta apetecible no desaprovecharla. Ayer, la Cadena Cope apuntó que hoy podrían llegar emisarios del Manchester United a Madrid para intentar el fichaje de Sergio Ramos, que podría incluirse en la operación De Gea.