Un solo anuncio hizo que el estadio enloqueciese. Final Fantasy VII, el título más carismático de la saga se reedita. Lo mismo sucedió cuando anunciaron The Last Guardian. Sony desveló el secreto que saciaba el deseo de los entusiastas del videojuego el lunes por la tarde. Shuhei Yoshida, el jefe de los estudios de la empresa japonesa, cree que la espera ha merecido la pena, que era necesario tener potencia suficiente como para hacer juegos de este calibre. “Nos preguntaban por ello, claro, pero solo lo haríamos si iba a estar a la altura.
Hubo más momentos de júbilo. Al desvelarse el nuevo Call of Duty o Star Wars Battlefront de Electronic Arts. En general, se trata de una oferta que apuesta abiertamente por lo conocido, por los nombres contrastados que aseguran ingresos. Microsoft se ha apoyado en Forza, su simulador de conducción hiperrealista, y Halo 5, para contentar a los partidarios de Xbox One.
Los de Redmond dieron un golpe de efecto al anunciar que los juegos de Xbox 360, la consola anterior, también servirán en Xbox One. Esto significa un notable ahorro para los jugadores. Quieren así tirar del mercado, condicionar la decisión de compra de los que todavía no han comprado la última generación de consolas y dudan entre PlayStation 4 y su aparato. Yoshida valora la novedad de su competencia: “No me lo esperaba. Es un gran reto técnico. Tengo mucha curiosidad por ver cómo funciona. A nosotros también nos lo piden, pero no tenemos planes en ese sentido por ahora”.
Nintendo, la tercera en discordia, ha puesto el foco en las figuras que les han devuelto a los números verdes. Los Amiibo se multiplican, explosión de modelos. Mario cumple treinta años. El fontanero italiano permitirá que los jugadores creen sus propios niveles. Si se tiene en cuenta lo reticente que es Nintendo a que se hagan cambios en sus patrones, esta decisión podría calificarse de revolución.
A la vez, se ha abierto la puerta a las gafas de realidad virtual. Se ha pasado de ver Oculus como una rareza, como algo marginal, a explorar las posibilidades con aparatos propios. La sensación con las gafas, todavía algo pesadas, casi un casco, es impactante. Microsoft tiene Hololens, que no solo funcionan en el mundo del videojuego. En esto recuerdan a las de Google y su posibilidad de hacer videoconferencia. Sony apuesta por Morpheus, que destacan por simular mejor la visión del ojo humano. La entrada en el universo virtual propuesto es casi inmediata.Otro punto que ha marcado el encuentro ha sido la irrupción de Kickstarter. Bastaron 24 horas para superar los dos millones de fondos para Shenmue 3.Yoshida cree que esta tendencia va a renovar los géneros. “Es muy significativo lo que ha sucedido. Deja claro que ya no es para juego móviles, que brinda una oportunidad muy importante para los que quieren demostrar su talento. Además de las grandes franquicias, ayuda a que se abran paso muchas novedades”, insiste.
Yoshida cree que van a cambiar el ocio electrónico por completo: “Estamos empezando. Lo que hay ahora son solo pruebas, pero en RIGS, pensado para los e-sports (competiciones online) se ve todo el potencial. La aceptación que ha tenido apunta a que vamos por la dirección correcta”.EL PAIS
