Los padres de los 43 desaparecidos y alumnos de la Normal de Ayotzinapa iniciaron hoy el boicot contra los comicios locales y federales con la quema de material electoral en el municipio de Tixtla, en el sur de México.
Un grupo se reunió a primera hora para visitar cada una de los colegios electorales y pedir a los funcionarios que les entregaran las urnas donde los ciudadanos debían depositar este domingo su voto para elegir gobernador, alcalde, diputados locales y federales.
Elecciones
México va a las urnas este domingo para renovar la Cámara de Diputados y otros cargos locales después de una semana de violentas protestas y amenazas de un movimiento de maestros radicales, que busca boicotear los comicios en los empobrecidos estados del sur.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto desplegó este fin de semana soldados y policías federales para que patrullaran por tierra, aire y mar, y así garantizar la normalidad en las elecciones de México. Sin embargo, los hechos de violencia no se hicieron esperar.
Al menos 10 personas murieron el sábado en Guerrero (sur) durante un ataque armado perpetrado en Xolapa por un grupo de policías comunitarios contra una facción rival, un hecho sangriento que las autoridades atribuyeron a una pugna territorial y no a las elecciones.
El despliegue de las fuerzas federales se decidió a raíz de las cotidianas protestas que en los últimos días han estado organizando profesores de un ala disidente de su sindicato, quienes quemaron miles de papeletas y saquearon sedes de varios partidos políticos en el sur del país.
El operativo de seguridad se focalizó en Oaxaca, donde los docentes incluso provocaron una escasez de gasolina tras bloquear un centro de distribución de la petrolera estatal Pemex. Las fuerzas federales tuvieron que encargarse del reabastecimiento de combustible.
“Los mexicanos quieren y tienen el derecho a votar en paz, y el gobierno de la República ejercerá sus atribuciones y tomará todas las acciones necesarias, dentro del marco de la ley, para así garantizarlo”, dijo el vocero de Presidencia, Eduardo Sánchez.
La Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE), facción disidente del sindicato nacional a la que pertenecen los maestros inconformes, exige la derogación de la reforma educativa del gobierno de Peña Nieto, a la que acusan de arrebatarles derechos laborales. Algunos maestros también protestan por la connivencia que con frecuencia existe entre narcotraficantes y policías.
Además de las protestas contra las elecciones, al menos cuatro candidatos o precandidatos a cargos electivos han sido asesinados desde marzo sin que se hayan aclarado los motivos de las agresiones, tres de ellos en Guerrero y el vecino Michoacán, dos estados asolados por el narcotráfico.
“Lo que es inédito en la historia del México contemporáneo, como democracia consolidada, es que la posibilidad de la violencia social tenga un elemento limitatorio del voto, que de alguna forma puede afectar los resultados”, estimó para la AFP Javier Oliva, experto en seguridad de la pública Universidad Nacional Autónoma de México.
Pese a la inestabilidad, las autoridades confían en que todo transcurra sin incidentes durante la jornada laboral, en la que se renovarán los cargos de 500 diputados (cámara baja del Congreso federal), los gobernadores de nueve estados y unas 900 alcaldías.
Los comicios son una prueba de fuego para Peña Nieto (2012-2018), cuyo Partido Revolucionario Institucional (PRI) se perfila para mantener la mayoría simple en la Cámara de Diputados, pese a recientes escándalos de corrupción.
Sin embargo, en Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco” podría hacer historia en los comicios al ganar la gobernatura de Nuevo León (noreste) como candidato independiente, un hecho inédito que logró con su carisma y su discurso contra la corrupción en los partidos políticos.
Oaxaca y Guerrero, focos rojos
Pese al optimismo de las autoridades, las protestas han ensombrecido las elecciones.
El despliegue de las fuerzas federales obligó a los maestros a desalojar la mayoría de las sedes electorales y las instalaciones de Pemex que habían tomado en Oaxaca.
Además, en Huajuapan, los docentes se enfrentaron a la Policía Federal y retuvieron a cuatro uniformados, uno de ellos severamente golpeado, informó a la AFP la policía municipal, que dio un saldo de cuatro profesores detenidos.
En el vecino estado de Guerrero, en Xochistlahuaca, al menos siete indígenas simpatizantes resultaron con heridas de bala tras ser atacados por un grupo de policía comunitarios, quienes participaban en un acto político.
En Tixtla, también en Guerrero, siete sujetos armados interceptaron a dos funcionarios de casilla electoral en Tixtla, a quienes despojaron de al menos 6.600 boletas para la elección de gobernador, alcalde y diputados locales y federales.
Tixtla, donde se ubica la escuela normal de Ayotzinapa a la que asistían los 43 estudiantes desaparecidos y presumiblemente masacrados en septiembre pasado, registró este sábado retenes por parte de maestros, compañeros y familiares de los estudiantes.
Fuente: AFP