Comer sano
Un reciente estudio británico realizado por médicos, profesores, cardiólogos y psicólogos, demostró que, 100 calorías de dos alimentos distintos tienen un efecto completamente diferente en tu cuerpo. Las calorías de los azúcares promueven la acumulación de grasa y el hambre. Es decir, la próxima vez que tengas hambre, es mejor que te tomes un aguacate entero y tires esa galleta de chocolate.
Obsesión con el gimnasio
Un estudio francés demuestra que el simple hecho de pensar demasiado en el ejercicio puede llevarte a comer un 50% más. ¿Por qué? La gente asume que el próximo entrenamiento les dará vía libre para comer lo que quieran.
Pasas demasiado tiempo sentada
Si tu trabajo de oficina consiste en estar en frente del ordenador sin moverte, atenta.
Está demostrado por los investigadores de la Universidad de Missouri-Columbia que quedarse sentada por más de dos horas hace que tu cuerpo deje de producir una enzima llamada “lipase” que inhibe la acumulación de grasa. Con unos simples movimientos de 10 segundos cada hora conseguirás estimular tu metabolismo un 13%, según The American Journal of Clinical Nutrition.
Duermes muy poco
Aseguran que cuando no dormimos las horas suficientes, nuestro cuerpo se acostumbre y se pone en modo “supervivencia”, acumulando más grasa porque le falta energía (del sueño). Además, también tienes más hambre después por la misma razón de falta de energía.
No bebes suficiente agua
Cuando estás deshidratada, tus riñones no funcionan como deberían, por lo que el hígado se convierte en el apoyo adicional.
Éste está trabajando muy duro durante el ejercicio, la grasa que consumes se almacenará y no se quemará.
No tomas proteínas
Varios estudios revelan que las dietas con alto contenido proteico tiene mejores resultados. La ingesta de proteínas aumenta la sensación de satisfacción, y previene la pérdida de músculo para que pierdas grasa.
Subestimar las pesas
Hay una idea generalizada de que para perder peso hay que hacer únicamente ejericio aérobico (cardio), y huir de la sala de musculación, pues lo único que hace es ensanchar nuestro cuerpo.
Aunque el número de calorías que se queman en un mismo periodo de tiempo es mayor en la realización del ejercicio aeróbico, el tiempo de quema de calorías tras la realización del ejercicio es casi tres veces mayor con las pesas que con la cinta, por ejemplo. El ejercicio de pesas (pocas repeticiones forzando el músculo), consigue acelerar el metabolismo hasta 48 horas después de la realización del ejercicio, mientras que el cardio solo sigue quemando calorías unas pocas horas después.
Fuente: cosmomx