El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo este domingo, con motivo del Día de la Armada de Rusia, que el país debe conservar su estatus de potencia marítima para garantizar su capacidad defensiva y defender sus intereses nacionales en todo el mundo.
"Nuestra patria (...) se consolidó como una gran potencia marítima. Para nosotros, ese estatus es una enorme responsabilidad ante la historia", dijo Putin, citado por agencias rusas, durante los actos en honor a la Armada celebrados en la ciudad de Baltiysk, en el enclave de Kaliningrado, puerto base de la Flota rusa del mar Báltico.
El comandante supremo de Rusia recordó que el ambicioso plan de rearme puesto en marcha a comienzos de esta década, dotado de un presupuesto de unos 700.000 millones de dólares, persigue entre otras cosas renovar la flota de guerra del país con barcos y submarinos de última generación.
En la parada marítima celebrada en Baltiysk participaron varios navíos de guerra de última generación, entre ellos el buque de comunicación "Yuri Ivanov", botado hace dos años y que hoy se incorporó oficialmente a la Armada rusa para servir en la Flota del mar del Norte, con puerto base en Múrmansk.
Putin recorrió en una lancha la formación de ocho barcos de guerra y subió a la cubierta de la fragata "Almirante Gorshkov", que a finales de este año se convertirá en la primera de las quince fragatas que integrarán un grupo de navíos destinados a cumplir misiones en el Mediterráneo, el Atlántico y el Ártico.
En total, a las cuatro flotas militares que tiene el país (Báltico, mar Negro, Norte y Pacífico), se sumarán medio centenar de barcos antes de que termine este año, entre ellos diez buques de guerra, según un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa ruso.
"Se presta especial atención al mantenimiento en un nivel adecuado de las fuerzas marítimas nucleares. Su desarrollo continúa en el marco de dos grupos de cruceros submarinos nucleares para las flotas del Norte y del Pacífico", subrayó.
El plan de rearme integral de las fuerzas armadas rusas presupuestado hasta el año 2020 prevé adquirir prioritariamente submarinos nucleares, aviación estratégica y misiles intercontinentales.
La modernización de las fuerzas rusas coincide con uno de los peores momentos históricos en las relaciones entre Rusia y Occidente, sin precedentes desde la Guerra Fría, por el papel de Moscú en la crisis de Ucrania.
Moscú ha incrementado sensiblemente el número de ensayos de sus armas nucleares y de maniobras militares tanto en las fronteras con la Unión Europea como en otras regiones del país.
"Nuestra patria (...) se consolidó como una gran potencia marítima. Para nosotros, ese estatus es una enorme responsabilidad ante la historia", dijo Putin, citado por agencias rusas, durante los actos en honor a la Armada celebrados en la ciudad de Baltiysk, en el enclave de Kaliningrado, puerto base de la Flota rusa del mar Báltico.
El comandante supremo de Rusia recordó que el ambicioso plan de rearme puesto en marcha a comienzos de esta década, dotado de un presupuesto de unos 700.000 millones de dólares, persigue entre otras cosas renovar la flota de guerra del país con barcos y submarinos de última generación.
En la parada marítima celebrada en Baltiysk participaron varios navíos de guerra de última generación, entre ellos el buque de comunicación "Yuri Ivanov", botado hace dos años y que hoy se incorporó oficialmente a la Armada rusa para servir en la Flota del mar del Norte, con puerto base en Múrmansk.
Putin recorrió en una lancha la formación de ocho barcos de guerra y subió a la cubierta de la fragata "Almirante Gorshkov", que a finales de este año se convertirá en la primera de las quince fragatas que integrarán un grupo de navíos destinados a cumplir misiones en el Mediterráneo, el Atlántico y el Ártico.
En total, a las cuatro flotas militares que tiene el país (Báltico, mar Negro, Norte y Pacífico), se sumarán medio centenar de barcos antes de que termine este año, entre ellos diez buques de guerra, según un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa ruso.
"Se presta especial atención al mantenimiento en un nivel adecuado de las fuerzas marítimas nucleares. Su desarrollo continúa en el marco de dos grupos de cruceros submarinos nucleares para las flotas del Norte y del Pacífico", subrayó.
El plan de rearme integral de las fuerzas armadas rusas presupuestado hasta el año 2020 prevé adquirir prioritariamente submarinos nucleares, aviación estratégica y misiles intercontinentales.
La modernización de las fuerzas rusas coincide con uno de los peores momentos históricos en las relaciones entre Rusia y Occidente, sin precedentes desde la Guerra Fría, por el papel de Moscú en la crisis de Ucrania.
Moscú ha incrementado sensiblemente el número de ensayos de sus armas nucleares y de maniobras militares tanto en las fronteras con la Unión Europea como en otras regiones del país.
EFE