Los socios de Grecia en la eurozona estudian varias opciones para ayudar a Atenas a hacer frente a los vencimientos multimillonarias que tiene en las próximas semanas, para dar el margen necesario para iniciar y concluir las negociaciones de un tercer rescate del país.
Sin embargo, el Reino Unido ya ha advertido de que se opondrá a una solución que implique a todos los socios de la Unión Europea y pueda tener un impacto en su presupuesto.
Los segundos de los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro han discutido las posibilidades que hay sobre la mesa, que contemplan desde la concesión de préstamos bilaterales hasta el uso de los beneficios producidos por los bonos helenos en manos del Banco Central Europeo (BCE) y los socios europeos.
En paralelo, un grupo de expertos legales y economistas analiza al detalle las posibles vías para conceder a Grecia en torno a unos 7.000 millones de euros de manera urgente, para evitar que caiga en más impagos, después de no devolver 1.500 millones de euros al FMI el pasado 30 de junio.
“Estamos mirando todos los instrumentos y fondos que podríamos usar y todos de ellos parecen tener desventajas, imposibilidades u objeciones legales, por lo que seguimos trabajando en ello”, dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, a su llegada a la reunión del Ecofin, que se celebra hoy en Bruselas.
“Estamos continuando el trabajo, el Grupo de Trabajo del Euro va a verlo hoy y probablemente tendremos una teleconferencia hoy o mañana” de ministros de la eurozona, explicó Dijsselbloem.
En el Ecofin, que reúne a todos los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, se discutirá el estado de la situación de Grecia, después de que ayer se alcanzara tras discusiones maratonianas un primer acuerdo por el que se abrirán las negociaciones de un tercer rescate a condición de que el país tome una serie de medidas antes del jueves.
Antes de que se firme, Grecia tiene “unas necesidades en torno a 7.000 millones de euros”, explicó el ministro maltés de Finanzas, Edward Scicluna, quien señaló: “Hay varias fuentes de donde podemos lograr la mayor parte de estos fondos”.
“El Grupo de Trabajo del Euro lo ha estado discutiendo esta mañana y creo que hay entre una y seis opciones que podemos considerar, pero está claro que es muy difícil para cualquier país poner dinero nuevo sin nuevas condiciones”, apuntó su homólogo finlandés, Alexander Stubb.
“El optimismo en mí dice que nunca hay que infravalorar la capacidad de los juristas y economistas de la Unión Europea de llegar a una solución que no sea imposible de respaldar en este momento”, apuntó.
“Algún tipo de solución tendrá que encontrarse. Quizás algunos Estados miembros querrán dar préstamos bilaterales, esto siempre puede ser posible”, añadió Stubb, quien también mencionó la opción de que se amplíen los vencimientos del FMI y el BCE unas semanas.
“Pero eso no es una decisión que corresponda a los ministros, sino a las propias instituciones”, dijo.
“Vamos a esperar el consejo técnico, espero que podamos encontrar un camino”, dijo el ministro irlandés Michael Noonan.
Scicluna señaló que “idealmente, debería también haber solidaridad, también de toda la UE, ya que después de todo se habla casi de ayuda humanitaria”.
Sin embargo, el titular británico George Osborne instó a la Eurozona a “aplicar su propio acuerdo”.
“Va en el interés de la estabilidad económica de Europa que este pacto griego sea ahora firmado y sellado, pero déjenme que sea muy claro: el Reino Unido no está en el euro, por lo que la idea de que los contribuyentes británicos estén en la línea con este acuerdo griego es un completo imposible”, dijo.
Preguntado por si los socios han sido demasiado duros con Grecia, Noonan señaló que “hubiera sido mucho más fácil haber arreglado esto el pasado mes de febrero” y consideró que “el referendo ha sido” un “absoluto desastre desde el punto de vista económico, financiero y social”.
“Todos estamos en democracias y el éxito político y el económico van de la mano. No se mantienen separadas durante mucho tiempo”, dijo.
“El ‘no’ en el referendo desencadenó el cierre de los bancos y la restricción de dinero en los cajeros, y los controles de capitales… lleva a que el precio de los rescates sea más alto porque el cierre de los bancos ha hecho mucho daño”, recalcó.
Fuente: EFE