La apuesta inicial de los blancos sorprendió a su rival en el arranque. El Real Madrid le quitó el balón al Celta y le ahogó en la zona de construcción. Con eso le bastó para empequeñecer a los futbolistas de Berizzo, poco habituados a tener que defenderse en su propio campo.
El equipo de Rafa Benítez tenía controlado el juego, con Casemiro y Kroos mostrando su músculo en el centro del campo, Modric exhibiendo su calidad y Jesé, Cristiano Ronaldo y Lucas Vázquez su velocidad.
El Celta era una sombra del equipo que se había exhibido ante el Barcelona o más recientemente frente al Sevilla y el Villarreal. Sin el balón, no se siente cómodo, sufre muchísimo.
El Celta se había recuperado del golpe inicial. Se adueñó del balón y pudo empatar antes de que Danilo, tras un monumental error de Nolito en la marca, marcase el 0-2, pero Keylor Navas sacó una espectacular mano para desviar el potente disparo de Orellana.