Burundi se encuentra en una encrucijada y la comunidad internacional necesita reaccionar ante la posibilidad de un genocidio, alertó este lunes el Asesor Especial del Secretario General sobre la Prevención del Genocidio durante una reunión del Consejo de Seguridad para abordar la situación en ese país.
Adama Dieng, urgió al Consejo a actuar rápidamente para evitar la repetición de condiciones que llevaron al genocidio en la vecina Ruanda, en 1994.
“Burundi está en una encrucijada, y la comunidad internacional tiene que despertar a ante esta realidad (…) Nadie debería subestimar lo que está en juego. La historia del país y la de su vecino Ruanda han mostrado las trágicas consecuencias de no actuar", dijo el experto.
Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, señaló que la escalada de la violencia está siendo orquestada por fuerzas de seguridad del gobierno y milicias pro gubernamentales, e incluye a algunos miembros de la oposición.
"Los responsables, independientemente de su rango, cargo o afiliación política, deben ser obligados a rendir cuentas para detener lo que podría ser una catástrofe inminente", declaró Zeid.
En lo que va del año, al menos 240 personas han muerto y miles se vieron forzadas al desplazamiento tras meses de protestas y violencia en ese país.
Los disturbios comenzaron tras las declaraciones del presidente en ejercicio de que buscaría un tercer mandato, a pesar del límite constitucional de dos. En julio ganó unas elecciones controvertidas, y desde entonces la violencia política se ha transformado en una de naturaleza étnica, explicaron los altos funcionarios.