(Lisboa, 10 de enero. EFE).- La campaña para las elecciones presidenciales portuguesas del 24 de enero comenzó hoy con la mayoría de los candidatos en el norte del país en busca de los apoyos necesarios para suceder como jefe del Estado al conservador Aníbal Cavaco Silva.
Diez candidatos se presentan a los comicios, una cifra récord en los 40 años de democracia lusa, con el centro-derechista Marcelo Rebelo de Sousa como favorito en los sondeos.
La principal duda es si Rebelo de Sousa, de 67 años, conseguirá sobrepasar la barrera del 50 % de los votos y evitar así una segunda vuelta, escenario que parece posible según las encuestas.
Aunque en Portugal los aspirantes a la presidencia se presentan con candidaturas independientes, los partidos políticos pueden realizar recomendaciones de voto y en el caso de Rebelo de Sousa está apoyado por el socialdemócrata PSD, formación que lideró a finales de los años 90.
Para iniciar la campaña electoral Rebelo de Sousa escogió la norteña Vila Real, la tierra del actual líder del PSD, Pedro Passos Coelho, quien no acudió a apoyar al candidato presidencial como sí hizo con Cavaco Silva en los anteriores comicios.
“Mezclar lo partidario con candidaturas independientes no es bueno para nadie”, defendió el antiguo comentarista televisivo, que consideró “sensato” que el exprimer ministro Passos Coelho no quisiera intervenir en la campaña.
Entre el resto de candidatos destacan los vinculados al Partido Socialista (PS), la exministra de Sanidad Maria de Belém y el antiguo rector universitario Sampaio da Nóvoa, aunque la formación no se ha decantado oficialmente por ninguno de los dos.
El líder socialista y primer ministro portugués, António Costa, animó ayer a los simpatizantes de su partido a votar a alguno de estos dos candidatos para asegurar que en la segunda vuelta un aspirante socialista pueda convertirse en jefe del Estado.
De Belém, expresidenta del PS, inició la campaña en Alpiarça, a unos cien kilómetros al norte de Lisboa, donde restó importancia al hecho de que la formación socialista no preste su apoyo a ningún candidato.
“El PS decidió no apoyar ningún candidato específicamente a la Presidencia de la República. Siempre he dicho que estoy de acuerdo con esa posición, porque da más importancia a la independencia de las candidaturas como acto de ciudadanía“, aseguró.
Por su parte, Sampaio da Nóvoa se desplazó hoy al distrito de Guarda, en la región centro, donde se mostró confiado en que competirá por ser el jefe del Estado luso en una segunda vuelta.
“Todo indica que esta candidatura está creciendo. Los sondeos lo muestran, la calle lo muestra, el entusiasmo lo muestra. Me parece seguro que va a haber segunda vuelta”, señaló.
Por detrás en las encuestas figuran la eurodiputada del Bloque de Izquierda -hermanado con Podemos y Syriza en la UE- Marisa Matías y el antiguo sacerdote y dirigente comunista Edgar Silva.
Los otros cinco candidatos se presentan sin apoyos de partidos y entre ellos figuran el empresario y antiguo diputado socialista Henrique Neto, el vicepresidente de una asociación cívica anticorrupción, Paulo de Morais, y el antiguo dirigente regional del PS Candido Ferreira.
El psicólogo y tertuliano Jorge Sequeira y el que fuera concursante de varios “reality shows” Vitorino Silva (conocido popularmente como “Tino de Rans”) completan la lista.
La campaña electoral finalizará el próximo 22 de enero, dos días antes de que se celebren los comicios, a los que están llamados 9,7 millones de electores residentes en Portugal y en el extranjero.
El ganador de los próximos comicios sustituirá en la jefatura del Estado a Cavaco Silva, quien ejerció estas funciones durante dos mandatos consecutivos (2006-2011 y 2011-2016).
El nuevo presidente afrontará un escenario político inédito en Portugal, donde se formó un Gobierno socialista gracias al apoyo de marxistas y comunistas, a pesar de que los conservadores fueron los vencedores de las elecciones legislativas de octubre (aunque sin apoyos suficientes en el Parlamento).
A diferencia de otras democracias europeas como la alemana o la italiana, la elección del presidente en Portugal tiene especial relevancia.
El país cuenta con un régimen parlamentario semipresidencialista que otorga al jefe del Estadopoderes para vetar leyes, llamar a los partidos para formar Gobierno, convocar elecciones e incluso disolver el Parlamento.