La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró este sábado que el brote de virus zika que afecta al país no comprometerá los Juegos Olímpicos de Rio en agosto, y convocó a los 204 millones de brasileños a pelear la guerra contra el mosquito transmisor.
"Esta situación no compromete las Olimpiadas. La contaminación del mosquito es extremadamente peligrosa para mujeres embarazadas [porque puede causar microcefalia, ndlr]. Confiamos en que hasta que comiencen las Olimpíadas tendremos un éxito considerable en el exterminio del mosquito", afirmó Rousseff a la prensa tras visitar dos viviendas en un barrio de Rio de Janeiro como parte de una campaña nacional de concientización para erradicar el Aedes Aegypti.
Unos 220.000 militares se lanzaron en una cruzada puerta a puerta este sábado para visitar tres millones de hogares de Brasil y aconsejar a la población en la lucha contra el mosquito, combate al que se sumaron personalmente Rousseff y parte de su gabinete.
Escoltada por el alcalde de la ciudad Eduardo Paes y un enjambre de agentes de salud, militares y fotógrafos, la mandataria aconsejó a los vecinos sobre cómo combatir los criaderos del mosquito cuyo combate ha sido declarado una prioridad por su gobierno. AFP