El Gobierno alemán ha acordado con los principales fabricantes automovilísticos del país subvencionar con 4.000 euros la compra de un vehículo eléctrico y con 3.000 euros la de un híbrido, que combina un motor eléctrico con uno de combustión interna.
El plan fue presentado hoy en una rueda de por los ministros de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de Economía, Sigmar Gabriel, y de Transportes, Alexander Dobrindt, tras la reunión celebrada ayer tarde en Cancillería con participación de la canciller, Angela Merkel, y de los máximos responsables de Daimler, Volkswagen, y BMW, entre otros.
Los costes de este programa, de unos 1.200 millones de euros, serán compartidos a partes iguales entre el Estado y la industria automovilística.
El plan debe todavía aprobarse en el Consejo de Ministros, pero el objetivo es que comience a aplicarse en mayo y que se prolongue como máximo hasta 2019, aunque concluirá antes si se acaba el presupuesto.
"Si quiere una (subvención), compre rápido", apuntó Schäuble en la rueda de prensa.
Las subvenciones se aplicarán a los vehículos cuyo modelo básico tenga un precio de catálogo inferior a 60.000 euros, y siempre que la marca participe en el programa, algo que ya han aceptado Daimler, Volkswagen y BMW.
El objetivo del Gobierno alemán es impulsar la todavía escasa demanda de vehículos eléctricos y llegar al medio millón de coches de este tipo en circulación, según señaló el titular de Economía.
Actualmente circulan por Alemania alrededor de 25.000 automóviles eléctricos, más otros 130.000 híbridos, entre un total de 45 millones de coches.
El ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, avanzó que el acuerdo incluye también una partida de 300 millones de euros para extender las estaciones de recarga de estos coches entre 2017 y 2020, con el objetivo de llegar a las 15.000.
La oposición parlamentaria y los grupos ecologistas criticaron las medidas presentadas al considerar que se trata de meras subvenciones para la industria, en pleno escándalo por las presuntas manipulaciones de emisiones contaminantes que sacude al sector.
El presidente de Los Verdes, Anton Hofreiter, dio la bienvenida a las subvenciones, pero, en declaraciones al diario «Neuen Ruhr/Neuen Rhein Zeitung», reclamó que las ayudas se financien con una subida de impuestos a los vehículos más contaminantes.
Ante estas críticas, Gabriel defendió la necesidad de "invertir en el desarrollo y la innovación" en Alemania y Dobrindt sostuvo que "los avances tecnológicos son buenos y necesarios para el Estado".
En la misma línea, el presidente de la Asociación de la Industria Automovilística (VDA), Matthias Wissmann, consideró que el plan es el "impulso correcto" y se mostró convencido de que las subvenciones extenderán los vehículos eléctricos en el mercado alemán, retrasado frente a otros, como el noruego o el estadounidense. efe