Las legumbres tienen un papel fundamental en la seguridad alimentaria, la nutrición y la mitigación del cambio climático, especialmente en América Latina y el Caribe, una región donde esos alimentos están profundamente arraigados a la cultura y economía.
La FAO afirmó lo anterior, recordando que la ONU proclamó al 2016 como el Año Internacional de las Legumbres en reconocimiento a su importancia en la salud humana y ambiental.
El representante regional para América Latina de la FAO, Raúl Benitez, enfatizó la relevancia de esos productos.
"Nuestra región es centro originario de muchas legumbres. Forman parte de nuestra cultura ancestral y son una piedra angular de nuestra alimentación actual" explicó.
Además, gran parte de su producción está en mano de agricultores familiares, por lo que inciden en el desarrollo rural.
Su cultivo ayuda, asimismo, a la mitigación del cambio climático al fijar nitrógeno en el suelo, agregó.
Según la FAO, potenciar la producción y consumo de legumbres en la región también es clave para enfrentar la creciente obesidad, y el hambre que sufren 34 millones de personas en América Latina y el Caribe.