La inseguridad alimentaria ha aumentado en países del Pacífico y del Caribe a medida que el fenómeno de El Niño ha extendido su influencia en esas zonas, según un informe difundido hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Haití, Nigeria y Papúa Nueva Guinea se han sumado a la lista de 37 países (frente a los 34 registrados en marzo pasado) que requieren ayuda externa para alimentar a sus propias poblaciones o a las comunidades de refugiados que acogen.
En Haití, la producción de cereales cayó en 2015 a su nivel más bajo en doce años y alrededor de 3,6 millones de personas (más de un tercio de la población) padecen inseguridad alimentaria, mientras que otras 200.000 necesitan urgentemente alimentos.
Según el informe, esta situación se debe en gran medida a El Niño, que ha agravado también la peor sequía experimentada en décadas en el Corredor Seco de América Central, que abarca zonas de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
En el sur de África se espera que la cosecha de cereales se contraiga un 26 % en 2016 con respecto al ya reducido nivel del año anterior, aumentando los precios del maíz y las necesidades de importaciones.
Además, 2,7 millones de personas se han visto afectadas en Papúa Nueva Guinea por las lluvias torrenciales e inundaciones a principios de este año, tras una prolongada sequía.
A pesar de que El Niño ha concluido, existe una probabilidad del 65 % de que ese episodio sea seguido por el de La Niña, lo que presenta el riesgo de inundaciones.
Los conflictos civiles y el desplazamiento de la población son otros factores que han hecho empeorar la inseguridad alimentaria en doce países, entre ellos Siria (con 13,5 millones de personas con necesidad de ayuda humanitaria) y el Yemen (con 12,9 millones que pasan hambre).
Un total de 3,4 millones de personas necesita alimentos del exterior en Nigeria, la principal economía y el país con más población de África, debido al desplazamiento interno de quienes huyen de conflictos en los distritos del norte, lo que también está repercutiendo en naciones vecinas como Camerún, Chad y Níger. EFE