Germán Saltrón, representante del Estado venezolano ante los organismos de derechos humanos, aseguró este miércoles que aquellos países que estén de acuerdo con la activación de la Carta Democrática contra Venezuela, estarán firmando su sentencia.
“Aquellos países que estén de acuerdo con la activación de la Carta Democrática en contra de Venezuela estarán firmando su sentencia“, dijo, al tiempo que agregó que nadie debe criticar la posición de la Unasur, pues este es un organismo “que responde a los intereses de Latinoamérica”.
Saltrón también aseguró que la activación de la Carta Democrática de la OEA ya fue aplicada en Venezuela y que esto es una repetición de aquel momento.
“Ya la Carta la aplicaron en 2004 porque el Presidente Chávez la solicitó, como debe ser, pues el Estado es quien debe hacerlo y esto es una repetición, un nuevo capítulo que nos quieren aplicar“, dijo.
Saltrón aseguró que en todos los países existen problemas de índole económico, pues el capitalismo vive en la actualidad una crisis mundial, y esto ha generado que crezcan la pobreza, y la desigualdad.
“Todos los países del mundo tienen problemas económicos, el capitalismo tiene una crisis global, ningún país está exento de problemas en materia económica; en todos los países la pobreza ha aumentado, el desempleo, la desigualdad, o sea que eso no es excusa, simplemente la Carta democrática fue aprobada en septiembre de 2001, precisamente para aplicársela a Venezuela, pues ya el Presidente Chávez había asumido el poder”, aseguró.
Rememoró el caso de Honduras en 2009 y comparó aquel momento con la situación actual de Venezuela, señalando que en el país centroamericano había un Gobierno ilegítimo, mientras acá es totalmente lo contrario.
“Lo de Honduras fue distinto, porque allí había un Gobierno ilegítimo, acá no. Acá hay un Gobierno legítimo que no está en crisis como dicen ellos; solo que acá tenemos una oposición que desde el primer momento que se aprobó la Constituyente está tratando de dar golpes de Estado”, señaló.
Saltrón además agregó que “el hambre es un arma de guerra que la están aplicando desde el Departamento de Estado de EE UU”.
