El ex dirigente de la banda terrorista ETA Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, había planeado que el comando Otazua, cuyos presuntos miembros fueron detenidos el pasado martes, atentara contra las torres KIO, dos emblemáticos edificios del norte de Madrid, mediante la colocación de un vehículo cargado con explosivos.
Así lo confirmaron a Efe hoy fuentes de la lucha antiterrorista, según las cuales estaba previsto que el atentado fuese perpetrado a primeros de 2010 y que se utilizara el explosivo descubierto en febrero de ese año en una casa de la localidad portuguesa de Obidos.
Ese almacén del explosivo era, supuestamente, el destino de unos miembros de ETA sorprendidos el 9 de enero de 2010 por la Guardia Civil en la localidad zamorana de Bermillo de Sayago (oeste), Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez.
Esa circunstancia frustró la acción terrorista, según las fuentes consultadas.
Las torres KIO son dos notables edificios de forma inclinada, localizados en la Plaza de Castilla madrileña, cuya construcción inició la inversora Kuwait Investment Office (KIO) y que posteriormente fueron adquiridas por la entidad financiera Caja Madrid y una constructora española.
El pasado día 1, las autoridades españolas detuvieron a los miembros de ETA Daniel Pastor, Íñigo Zapirain, Beatriz Etxeberria y Lorena López, integrantes del comando “Otazua”, que ocultaban 200 kilos de explosivos y material para fabricar bombas.
ETA, fundada en 1959, busca la independencia del País Vasco de España y ha asesinado en sus cinco décadas de actividad a casi 900 personas.
La banda anunció el 10 de enero su último alto el fuego general y permanente, considerado insuficiente por el Gobierno, tras haber sufrido golpes policiales sucesivos en toda su estructura, con más de 400 detenidos desde 2007 y un acoso creciente en Francia y Portugal.
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