Los pueblos incultos corren un mayor riesgo de ser engañados hasta caer en “las garras del populismo”, por lo que “invertir en cultura es la mejor inversión de cara al futuro de cualquier país”, afirmó hoy el secretario general de la Unión Latina (Unilat), el español José Luis Dicenta.
Los Gobiernos del mundo, aunque son conscientes de la importancia que tiene la cultura, no gastan “todo lo que habría que gastar para promoverla” porque la gran mayoría pasa dificultades económicas como consecuencia de la crisis financiera internacional, apuntó Dicenta en una entrevista con Efe en Bogotá.
Para Dicenta, la defensa de las lenguas latinas ocupa una especial importancia dentro de su agenda como secretario general de Unilat.
Como español que es, aseveró sobre su lengua materna que: “no podemos consentir ni que se depaupere, ni que se deteriore, ni que se vaya deformando a través de anglicismos que se van introduciendo como cuñas en nuestro idioma”.
En ese sentido, adelantó que la dirección de terminología y lingüística de Unilat trabaja en la definición de unas pautas que originen una convención internacional sobre el uso de las lenguas latinas en los medios digitales.
“De lo que se trataría es de que haya un respeto por las lenguas de todos, que no haya una lengua (…) que devore a las demás, que cada uno tengamos nuestro derecho a nuestro lugar bajo el sol que nos corresponda, pero que ese derecho sea respetado por todos”, explicó.
Antes de trabajar en Unilat, Dicenta fue embajador de España en Perú, Colombia, República Checa, Italia y México, además de ocupar el cargo de secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica.
Unilat es una organización internacional con cerca de cuarenta países miembros de cuatro continentes, cuyo objetivo es difundir las lenguas y las culturas latinas a través de programas específicos.
El organismo se creó en 1954 “como un dique de contención frente al impulso enorme de lo anglosajón” que se vivía en aquella época, recordó Dicenta.
Se financia con las cuotas que aportan los Estados miembros y, paralelamente, con las ayudas esporádicas de organismos de cooperación al desarrollo o de empresas.
Pero el castellano no es la única lengua que promueve Unilat, sino que también defiende el uso del francés, del portugués, el rumano y de todas aquellas lenguas que evolucionan del latín.
En ese sentido, uno de sus últimos proyectos estuvo orientado a la recuperación del patrimonio audiovisual de Filipinas y del África subsahariana, gracias a la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
“El patrimonio audiovisual de esos países, de Guinea-Bissau, de Mozambique, de Angola, es una parte importantísima de su identidad como naciones, de su historia, de la historia que les permite definirse como pueblos, como naciones”, subrayó Dicenta, quien advirtió que ese legado se perderá si no se toman las acciones oportunas.
Dicenta definió al suyo como un “organismo de un tamaño medio”, que no aspira a competir con la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ni con otros entes más importantes que la Unilat, sino a aprovechar la heterogeneidad y el mestizaje que conforma la entidad.
Y es que dentro de la Unilat se encuentran países tan dispares como Chile y Rumania, Bolivia y San Marino, o Timor Oriental y Senegal.
“Los valores permanentes del diálogo de la universalidad de la latinidad siguen siendo bazas que podemos jugar en favor de una mejor comprensión de las culturas y de los pueblos. Y en eso estamos trabajando”, concluyó.
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