La consolidación del narcotráfico en los países del Cono Sur, el crecimiento del cultivo de amapola en México y la expansión de las pandillas en Centroamérica son las principales preocupaciones de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife).
Perú y Bolivia han registrado "un incremento por tercer año consecutivo en el número de hectáreas de arbustos de coca", detalla el informe.
En tanto, la condición de Venezuela como país de tránsito de cocaína hacia África, y de allí a Europa, también está entre las inquietudes de la Jife, afirmó en Bogotá el colombiano Camilo Uribe, uno de los trece miembros de este órgano independiente creado por recomendación de Naciones Unidas.
En una exposición previa a la presentación del informe anual de la Jife, previsto para mañana en Viena, Uribe subrayó que la Junta de Fiscalización "ve con honda preocupación" cómo crecen "el transporte, el tráfico, la intermediación y el procesamiento de drogas en los países del Cono Sur".
El problema se extiende por Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, según el experto, quien observó que la preocupación principal es con el primer país, destino de pasta básica de cocaína procedente de Bolivia.
La sustancia "era una problemática de salud pública de Colombia, y en este momento se está generalizando a la totalidad del Cono Sur", advirtió Uribe, que es un médico toxicólogo.
Observó que solo en Argentina se han descubierto 270 laboratorios de clorhidrato de cocaína y que el problema de estos "cristalizaderos" ya es común a otros países como Chile, Ecuador y Venezuela, además de Colombia.
Asimismo alertó de la expansión de los cultivos de amapola (materia prima para la elaboración de heroína) en México, donde, dijo, "la situación es dramática" en términos de violencia generada por el narcotráfico.
El área sembrada con amapolas en México es de 4.000 a 5.000 hectáreas, sostuvo Uribe, al explicar que éste es un claro ejemplo del efecto "globo" o "pelota" que se origina cuando un país obtiene resultados positivos en la represión del problema.
La alusión es a Colombia, que en 2010 rebajó a 267 el número de hectáreas sembradas con amapolas cuando en 2002 cubrían 7.000 hectáreas.
A pesar de ello, advirtió de que el fenómeno ha creado un problema interno en Colombia, donde la heroína se consigue a 1.800 pesos (0,94 dólares) el gramo en ciudades como Armenia (oeste).
Uribe dijo que el efecto es similar con la hoja de coca, en este caso para la elaboración de cocaína, ya que en Colombia se ha reducido de 163.000 hectáreas en 2000 a 68.000 en 2010.
Entre tanto, Venezuela se mantiene como puente de operaciones del narcotráfico hacia África, como escala a Europa.
"Esperamos en el transcurso de este año que el Gobierno venezolano acoja la misión de la Junta Internacional que va a ser de muy alto nivel, a través de su presidente (el iraní Hamid Ghodse), para aclarar una serie de situaciones sobre tránsito y procesamiento", dijo el portavoz de la Jife, al afirmar que desde el año pasado espera autorización para realizar la visita.
Sobre Centroamérica, la Jife expresó su preocupación por la expansión de las pandillas (maras), que, según Uribe, tienen conexión directa con el narcotráfico y el crimen organizado "tanto hacia Colombia, como hacia México".
En el caso de Estados Unidos, el experto dijo que, por tercer año consecutivo, presenta una disminución en el consumo de cocaína, pero al tiempo un incremento en el abuso de medicinas controladas.
Y por último, Canadá "se ha venido perfilando como el mayor productor de droga sintética de las Américas", país que además recibe buena cantidad de este tipo de sustancias elaboradas en Asia, observó el portavoz de la Jife.
EFE
Perú y Bolivia han registrado "un incremento por tercer año consecutivo en el número de hectáreas de arbustos de coca", detalla el informe.
En tanto, la condición de Venezuela como país de tránsito de cocaína hacia África, y de allí a Europa, también está entre las inquietudes de la Jife, afirmó en Bogotá el colombiano Camilo Uribe, uno de los trece miembros de este órgano independiente creado por recomendación de Naciones Unidas.
En una exposición previa a la presentación del informe anual de la Jife, previsto para mañana en Viena, Uribe subrayó que la Junta de Fiscalización "ve con honda preocupación" cómo crecen "el transporte, el tráfico, la intermediación y el procesamiento de drogas en los países del Cono Sur".
El problema se extiende por Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, según el experto, quien observó que la preocupación principal es con el primer país, destino de pasta básica de cocaína procedente de Bolivia.
La sustancia "era una problemática de salud pública de Colombia, y en este momento se está generalizando a la totalidad del Cono Sur", advirtió Uribe, que es un médico toxicólogo.
Observó que solo en Argentina se han descubierto 270 laboratorios de clorhidrato de cocaína y que el problema de estos "cristalizaderos" ya es común a otros países como Chile, Ecuador y Venezuela, además de Colombia.
Asimismo alertó de la expansión de los cultivos de amapola (materia prima para la elaboración de heroína) en México, donde, dijo, "la situación es dramática" en términos de violencia generada por el narcotráfico.
El área sembrada con amapolas en México es de 4.000 a 5.000 hectáreas, sostuvo Uribe, al explicar que éste es un claro ejemplo del efecto "globo" o "pelota" que se origina cuando un país obtiene resultados positivos en la represión del problema.
La alusión es a Colombia, que en 2010 rebajó a 267 el número de hectáreas sembradas con amapolas cuando en 2002 cubrían 7.000 hectáreas.
A pesar de ello, advirtió de que el fenómeno ha creado un problema interno en Colombia, donde la heroína se consigue a 1.800 pesos (0,94 dólares) el gramo en ciudades como Armenia (oeste).
Uribe dijo que el efecto es similar con la hoja de coca, en este caso para la elaboración de cocaína, ya que en Colombia se ha reducido de 163.000 hectáreas en 2000 a 68.000 en 2010.
Entre tanto, Venezuela se mantiene como puente de operaciones del narcotráfico hacia África, como escala a Europa.
"Esperamos en el transcurso de este año que el Gobierno venezolano acoja la misión de la Junta Internacional que va a ser de muy alto nivel, a través de su presidente (el iraní Hamid Ghodse), para aclarar una serie de situaciones sobre tránsito y procesamiento", dijo el portavoz de la Jife, al afirmar que desde el año pasado espera autorización para realizar la visita.
Sobre Centroamérica, la Jife expresó su preocupación por la expansión de las pandillas (maras), que, según Uribe, tienen conexión directa con el narcotráfico y el crimen organizado "tanto hacia Colombia, como hacia México".
En el caso de Estados Unidos, el experto dijo que, por tercer año consecutivo, presenta una disminución en el consumo de cocaína, pero al tiempo un incremento en el abuso de medicinas controladas.
Y por último, Canadá "se ha venido perfilando como el mayor productor de droga sintética de las Américas", país que además recibe buena cantidad de este tipo de sustancias elaboradas en Asia, observó el portavoz de la Jife.
EFE
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