INTERNACIONALES

Las fuerzas de Alassane Ouattara anuncia “ofensiva rápida”


Las fuerzas de Alassane Ouattara anunciaron una “ofensiva rápida” para derribar los bastiones de Laurent Gbagbo en Abiyán, capital económica de Costa de Marfil, presa del caos, donde Francia decidió agrupar a sus ciudadanos para una eventual evacuación.

El secretario general adjunto de la ONU a cargo de los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, se encuentra en Abiyán para “evaluar la situación general” después de la matanza de varios cientos de personas en el oeste de Costa de Marfil, de la que se acusa a las tropas favorables a Ouattara.

El lunes por la mañana, al igual que la víspera, sólo se oían disparos esporádicos de armas pesadas en Abiyán, escenario de combates y de saqueos desde el jueves por la tarde.

En el barrio de Plateau, en el que se encuentra el palacio presidencial, se oían algunos disparos lejanos. Algunas mujeres y niños se atrevían a salir a las calles desiertas en busca de agua, dado que el servicio está cortado en algunos sectores, constató la AFP.

La batalla de Abiyán parecía estancada, pero Guillaume Soro, primer ministro de Ouattara, presidente reconocido por la comunidad internacional, afirmó que la situación está “madura ahora” para una ofensiva “rápida”.

“La estrategia era rodear la ciudad de Abiyán. Enviamos soldados dentro de la ciudad para acosar a las tropas de Gbagbo, milicianos y mercenarios”, declaró Soro el domingo por la noche a la televisión del campo de Ouattara, TCI.

La ofensiva se anunció en momentos en que Francia decidió “la agrupación sin tardanza de todos los ciudadanos franceses de Abiyán” a fin de “garantizar su protección”, antes de una eventual repatriación.

Ciento sesenta y siete extranjeros, entre ellos franceses y libaneses, abandonaron ya el domingo Abiyán.

Atrincheradas en sus últimos bastiones, las tropas del presidente saliente Laurent Gbagbo, que dispone de vehículos blindados y de artillería pesada, oponen una decidida resistencia al ataque de las de Ouattara.

En la televisión estatal RTI, se hacen diariamente llamamientos a la movilización. Se exhorta a los llamados “jóvenes patriotas”, fervientes partidarios de Gbagbo, a formar “escudos humanos” alrededor de su residencia y del palacio presidencial.

Gbagbo, que sigue negándose a abandonar la presidencia y a exiliarse, marcó un punto el domingo cuando su jefe del Estado Mayor, general Philippe Mangou, se reunió con él en su residencia de Abiyán, tras haber dejado la embajada sudafricana donde se había refugiado el miércoles, afirmó el portavoz del gobierno de Gbagbo.

El campo de Ouattara denunció inmediatamente “el chantaje y las presiones” ejercidos contra el oficial.

En el plano humanitario, las inquietudes persisten.

A su llegada a Costa de Marfil el domingo, Simonovic expresó su “gran preocupación por el deterioro de la situación de los derechos humanos” y denunció “matanzas en el oeste y numerosos actos de violencia contra poblaciones civiles”.

La ONU y varias asociaciones internacionales denunciaron que la toma de Juekué por las tropas partidarias de Ouattara el 29 de marzo dio lugar a matanzas. Los balances de las mismas van de 330 muertos a un millar de “muertos y desaparecidos”, según las fuentes.

AFP