El presidente francés, Nicolas Sarkozy, decidió imponer a las empresas de más de 50 empleados el pago de una prima anual "obligatoria" si aumentan sus dividendos, una medida que de concretizarse beneficiaría a unos ocho millones de trabajadores del sector privado.
"En todas las empresas de más de 50 empleados sometidas a la ley sobre la participación, si los dividendos distribuidos superan los del año anterior, tendrán la obligación de pagar una prima, negociada con los interlocutores sociales", es decir los sindicatos, indicó una fuente gubernamental.
La prima será de al menos 1.000 euros exonerada de aportes sociales. Más allá de esa cifra se aplicarán los descuentos correspondientes.
El anuncio tuvo lugar luego de una reunión celebrada el miércoles para definir la iniciativa lanzada a un año de las elecciones presidenciales de 2012 por el gobierno conservador francés que la quiere convertir en ley "antes del verano" boreal.
"El dispositivo legislativo será puesto en marcha para que esta prima sea aplicada este mismo año", afirmó el jueves el ministro de Presupuesto y portavoz del ejecutivo conservador francés, François Baroin.
Pese a las reticencias manifestadas desde un principio por empresarios y sindicatos que prefieren "medidas salariales perennes", el presidente francés insistió esta semana en llevar adelante esta iniciativa que podría beneficiar a ocho millones de trabajadores del sector privado pero excluir a los 5,2 millones del sector público.
"En las grandes empresas, si hay un fuerte aumento de los dividendos, los asalariados tendrán que recibir una parte y habrá que obligar a esas empresas a negociar", afirmó Sarkozy el martes durante una visita a una fundición del norte francés, en una de las zonas más afectadas por el desempleo.
La crisis financiera de 2008 provocó un fuerte sacudón en Francia donde el desempleo es de 9,6% con unos 2,7 millones de desocupados y cuatro millones si se cuenta a quienes ejercieron una actividad reducida.AFP
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