Veinte personas resultaron heridas hoy y más de cien fueron detenidas en los disturbios desatados tras la protesta de unos 10.000 manifestantes en el centro de Belgrado por la detención del exgeneral serbo-bosnio Ratko Mladic.
La manifestación, celebrada en la plaza frente al Parlamento, había transcurrido de forma pacífica casi hasta el final, cuando un grupo de radicales empezó a provocar a la policía.
Más de 3.000 policías habían sido desplegados en el centro de Belgrado para velar por la seguridad durante la manifestación.
Los congregados en la protesta, organizada por el derechista Partido Radical Serbio (SRS), acusaron a las autoridades serbias de traicionar los intereses nacionales con la detención de quien consideran como un héroe.
Mladic fue detenido el jueves en el norte de Serbia, en la aldea de Lazarevo, en casa de un pariente suyo en la que supuestamente se escondió durante varios años.
A la protesta asistieron la esposa y el hijo del exgeneral, a quien el TPIY acusa de crímenes de guerra y genocidio.
La manifestación, que duró unas dos horas, se llevó a cabo en un ambiente festivo y casi familiar, entre hombres y mujeres de avanzada edad, pero también hubo jóvenes con hijos pequeños.
Los manifestantes llevaban banderas con la imagen de Mladic y del líder del SRS, Vojislav Seselj, quien está siendo juzgado ante el TPIY por crímenes de guerra en Croacia y Bosnia.
Mladic expresó hoy su deseo de que Seselj, doctor en Derecho y que se defiende solo ante el TPIY, sea también su defensor.
Los congregados gritaban lemas en apoyo al exgeneral y contra el presidente serbio, Boris Tadic, a quien tachan de "traidor" "ustasha" (fascista croata).
"El sueño de cada "ustasha" es ser Boris Tadic", dijo el vicepresidente del SRS, Zoran Krasic, entre gritos de apoyo de la muchedumbre.
La captura de Mladic "es una traición a los intereses nacionales. Están cumpliendo el deseo de la Unión Europea, que nos ha quitado Kosovo y que nos quitará Vojvodina" (provincia del norte de Serbia), declaró Krasic. "Ratko Mladic nos puede devolver la dignidad", añadió.
"Mladic no es sólo mi padre, sino de todo el pueblo serbio", declaró por su parte Darko Mladic, hijo del exgeneral detenido.
"El no luchó contra otros pueblos, sino por la libertad de su pueblo, el serbio. No es un criminal de guerra", dijo, saludado con gritos de "¡Ratko! ¡Serbia!".
Darko Mladic recalcó el precario estado de la salud de su padre, que en el pasado sufrió varios derrames cerebrales, por lo que su familia pide un examen médico detallado antes de su extradición al TPIY, con sede en La Haya, que podría producirse en pocos días.
En el acto se vendieron camisetas negras con la imagen de Mladic y la inscripción "Héroe", y se repartían pancartas azules con el mismo mensaje.
También se podían comprar gorras típicas de los combatientes nacionalistas serbios, "chetnik", y fotos del exgeneral Mladic, del exlíder serbobosnio Radovan Karadzic, también acusado de crímenes de guerra, y del expresidente de Serbia, el autoritario Slobodan Milosevic, caído en 2000.
La protesta en Belgrado con motivo de la captura de otro acusado de crímenes de guerra destacado, Radovan Karadzic, hace casi tres años, derivó en la violencia que causó un muerto y varios heridos, además de daños materiales en la capital.
EFE
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