La llegada a Australia de la nube de ceniza producida por la erupción del volcán chileno Puyehue-Cordón Caulle dejó este sábado en tierra a varios miles de viajeros afectados por la cancelación de vuelos en la región.
Las aerolíneas australianas Qantas y Jetstar anunciaron la suspensión temporal de los vuelos entre Melbourne y la isla de Tasmania, así como los de conexión entre Sídney y Gold Coast.
Además, las dos aerolíneas cancelaron los vuelos desde Australia a Nueva Zelanda y viceversa, mientras que Jetstar, precisó en un comunicado, que también la medida era para sus vuelos internos en Nueva Zelanda y aquellos con destino a Fiyi, en el Pacífico.
La nube de ceniza del volcán Puyehue-Cordón Caulle ha sido arrastrada por los fuertes vientos a lo largo de 9.400 kilómetros hasta estos dos países oceánicos.
"De momento hay unos 1.500 pasajeros de Qantas afectados por estas cancelaciones", dijo a la prensa la portavoz de la aerolínea, Olivia Wirth.
La portavoz precisó que Qantas sigue la evolución de la nube de ceniza para adoptar las medidas oportunas en cada momento.
Por su parte, las compañías Air New Zealand y Virgin Australia indicaron que mantenían inalterada la programación de sus vuelos regionales, aunque desde ayer los aviones de las dos líneas tienen instrucciones de volar a menor altitud para evitar la ceniza.
Según el Observatorio de la Ceniza Volcánica, las nubes están situadas en la Isla del Sur de Nueva Zelanda y se desplazaban hacia el norte del país.
El portavoz de la Autoridad de Aviación Civil de Nueva Zelanda, Bill Sommer, señaló este sábado que los aviones tendrán que variar su altitud de vuelo para evitar la ceniza.
Sommer explicó que se prevé que la ceniza se sitúe entre 20.000 y 30.000 pies de altura, el nivel de vuelo de la mayoría de la aviación civil, y afecte durante varios días al tráfico aéreo en la Isla Sur, así como de la ciudad de Christchurch con Australia y Sudamérica.
El complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, situado en el sur de Chile, entró en erupción hace una semana.
La nube de ceniza expulsada ha contaminado varios ríos y lagos del país andino y ha afectado a la comunicación aérea en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.
