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lunes, 25 de julio de 2011

ECONOMIA

EEUU, al borde del default, intenta tranquilizar al mundo

Washington intentaba este lunes tranquilizar a los inversores del mundo entero a través de Hillary Clinton, en viaje a Hong Kong, cuando la cesación de pagos continúa amenazando a Estados Unidos, empantanado en un bloqueo político del Congreso sobre el incremento del límite de la deuda.


"Sabemos hasta qué punto es importante para nosotros y para ustedes (...). Tengo confianza en que el Congreso hará lo que hay que hacer, y llegará a un acuerdo sobre el techo de la deuda (y luego) trabajará con el presidente Obama en medidas que mejoren nuestras perspectivas presupuestarias a largo plazo", estimó Clinton en un discurso en Hong Kong.

Esas declaraciones tienen lugar tras un largo fin de semana de negociaciones en el Congreso, en las que los legisladores intentaron en vano llegar a un acuerdo para autorizar una elevación del techo de la deuda, estimada en 14,3 billones de dólares, y evitar una cesación de pagos antes del 2 de agosto, fecha límite estimada por el departamento del Tesoro, pasada la cual ya no podría honrar todas sus obligaciones.

Obama, reiteró este lunes su llamado a tener un enfoque "equilibrado" para luchar contra los déficits, esperando que los más acomodados contribuyan a pagar su "justa parte".

"No podemos reducir nuestro déficit solamente reduciendo gastos", afirmó Obama. El mandatario reiteró además su llamado a que los contribuyentes más ricos aporten su "justa parte" a las arcas estatales.

Ante un futuro incierto, los mercados asiáticos perdieron terreno: la bolsa de Tokio cerró con una caída de 0,81%, Sydney con una de 1,58%, Seúl perdió 0,96% y Taipei 0,93%. Poco después de las 06H00 GMT, Hong Kong perdía 0,72% y Shanghai, 2,54%.

Hacia las 16H00 GMT, el Dow Jones Industrial Average reducía sus pérdidas a 0,44% y el Nasdaq a 0,26%.

Por su lado, el FMI advirtió el lunes en su informe anual que Estados Unidos corría el riesgo de sufrir "un grave choc" si el Congreso no actúa a tiempo.

Las negociaciones iniciadas entre el presidente Barack Obama, sus aliados demócratas y sus adversarios republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, están bloqueadas desde hace varias semanas.

Cuando se acerca la fatídica fecha, Obama, su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, pero también el presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, y otros dirigentes estadounidenses expresaron su "confianza" en que se evitará el default.

Por otro lado, Obama anuló varias reuniones destinadas a recaudar fondos para su campaña reeleccionista, a causa de las negociaciones en el Congreso, indicó el lunes su equipo de campaña.

Tras el fracaso de las conversaciones bipartitas del domingo, demócratas y republicanos se pusieron a trabajar en dos planes diferentes.

El jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, elaboró un plan con un aumento del techo de la deuda de 2,7 billones de dólares, que incluye recortes más o menos equivalentes de gastos acumulados en diez años.

Por su lado, Boehner trabaja en un plan que incluiría recortes presupuestarios de billones de dólares y un alza del endeudamiento en dos etapas.

Este último punto se ha convertido estos últimos días en un nuevo tema de discordia entre los dos partidos, ya que los demócratas reclaman una autorización de endeudamiento que pueda durar hasta 2013.

En el plan de los republicanos, un primer aumento, a corto plazo, del nivel de endeudamiento tendría lugar en los próximos días para evitar una cesación de pagos y un segundo sería aprobado a principios de 2012, es decir en plena campaña electoral.

Según el líder republicano y el jefe de la mayoría en la Cámara baja, Eric Cantor, consideró durante una conferencia telefónica el domingo que era una reivindicación "política e indefendible" reclamar un aumento del techo de la deuda a largo plazo.

Este lunes, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney replicó en Twitter que "los republicanos de la Cámara ponen en peligro nuestra economía rehusando un compromiso". Según él, Boehner "dio la espalda dos veces a acuerdos razonables sostenidos por la opinión pública. Eso es indefendible", insistió.

Además de la cuestión de la duración, ambos partidos siguen sin resolver sus diferencias sobre el alza de los ingresos fiscales, vigorosamente rechazada por los republicanos.
 
AFP