Según el estudio de un equipo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés), consumir demasiada sal y poco potasio puede aumentar el riesgo de muerte.
El trabajo contradice un estudio polémico publicado la semana pasada que indicaba que no había evidencia de que efectuar pequeñas reducciones en la ingesta de sal bajaba el riesgo de enfermedad cardíaca y muerte prematura.
"La sal sigue siendo mala para la salud", dijo el doctor Thomas Farley, comisario de salud de la ciudad de Nueva York, que está liderando una campaña a cinco años para disminuir un 25 por ciento el consumo de sal en restaurantes y alimentos envasados.
La mayoría de los expertos sanitarios coinciden con Farley en que ingerir demasiada sal no es bueno para la salud y que recortar su ingesta puede disminuir la presión sanguínea elevada, que aumenta el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular (ACV).
En el estudio de los CDC, publicado en Archives of Internal Medicine, los investigadores observaron los efectos a largo plazo del consumo de sodio y potasio, como parte de un estudio de 15 años de duración sobre más de 12 mil personas.
Al final del período de estudio, 2.270 de los participantes habían muerto: 825 de esas muertes fueron por enfermedad cardíaca y 433, por coágulos sanguíneos y ACV. El equipo halló que las personas que ingerían mucha sal y poco potasio eran las que corrían más riesgo.
"Las personas que consumían una dieta elevada en sodio y baja en potasio tenían un 50 por ciento más riesgo de muerte por cualquier causa, y cerca del doble de riesgo de muerte por ataque cardíaco", dijo la doctora Elena Kuklina, de los CDC, que ayudó a dirigir el estudio.
La experta indicó que los consumidores deben aumentar sus niveles de potasio en la alimentación sumando más frutas frescas y vegetales, como uva, espinaca, zanahoria, camote, leche descremada y yogur.
El grupo industrial denominado Instituto de la Sal desafió los resultados al señalar que el estudio de los CDC halló que la relación entre el consumo de sal y la enfermedad cardíaca era estadísticamente insignificante.
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