Informes elaborados por la embajada de Estados Unidos en Venezuela documentan las acciones del Gobierno Nacional contra los medios de comunicación social en el país, de acuerdo a un trabajo publicado este lunes por el diario estadounidense El Nuevo Herald.
“Chávez continúa reduciendo la capacidad de los medios privados de servir como una fuerza democrática de contrapeso”, escribió el exembajador de Estados Unidos en Venezuela Patrick Duddy en un cable diplomático divulgado por WikiLeaks.
Documentan ofensiva de Chávez contra prensa
El Nuevo Herald
Esgrimiendo una férrea determinación por silenciar a sus críticos, el presidente Hugo Chávez ha emprendido una incesante guerra de desgaste contra la prensa independiente de Venezuela, amenazando a los medios con cerrarlos, arruinarlos e incluso con violencia si sus salas de redacción no practican la autocensura, señalaron cables diplomáticos.
Informes elaborados por la embajada de Estados Unidos en Venezuela documentan los esfuerzos del gobierno venezolano por extinguir la libertad de opinión en el país petrolero, tratando a los medios de comunicación independientes como enemigos de Estado a ser doblegados para garantizar la sostenibilidad del régimen.
“Chávez continúa reduciendo la capacidad de los medios privados de servir como una fuerza democrática de contrapeso”, escribió el exembajador de Estados Unidos en Venezuela Patrick Duddy en un cable diplomático divulgado por WikiLeaks.
“En momentos en que ejecutivos de Globovisión suavizan su tono, contando los días que les quedan, y los principales medios impresos aparentemente en una desesperada condición financiera, Chávez está cerca de alcanzar su objetivo de ‘domesticar’ o eliminar la prensa libre e independiente remanente en Venezuela”, añadió en el cable titulado Globovisión Owners Acknowledge Defeat; El Nacional On the Ropes?
El informe, escrito por Duddy en febrero del 2010, fue uno de los más de una docena de cables de WikiLeaks entregados a McClatchy (compañía matriz de El Nuevo Herald) que muestran la sistemática persecución de los medios de comunicación en Venezuela, los cuales operan bajo constante amenaza de perder publicidad, sus licencias de operación, o ser penados con gigantescas multas si no suavizan sus críticas contra el régimen.
En el cable, el exembajador estadounidense reportó las intensas presiones ejercidas por el gobierno venezolano para obligar a Globovisión a cambiar su línea editorial, tras reunirse con dos de los principales accionistas del canal, Nelson Mezerhane y Guillermo Zuloaga.
En la reunión, los ejecutivos confirmaron versiones de que tuvieron que despedir al director Alberto Ravell, luego de que el gobierno presentara en un tribunal cargos “fabricados” contra ellos y amenazara sus intereses empresariales.
“Siguiendo varias amenazas del gobierno, algunas de ellas formuladas por el propio Chávez, Mezerhane confirmó que el ministro de Energía (previamente ministro de Finanzas, Alí) Rodríguez había intentado presionarle para comprar todas las acciones de Zuloaga y de Ravell, despidieran a Ravell y para que se deshicieran de Leopoldo Castillo [un conocido presentador de Globovisión muy crítico del gobierno]”, señaló el cable.
Las presiones, según el cable, incluían una amenaza de retirar millones de dólares en depósitos del Banco Federal, propiedad de Mezerhane, quien en la reunión admitió que “prácticamente fue obligado” a vender la entidad financiera.
Ambos accionistas le dijeron al embajador que la estrategia del gobierno era forzar a Mezerhane a comprar Globovisión por casi $32 millones y que Ravell saliera sin hacer ruido para dedicarse a trabajar en la expansión del canal de noticias en el exterior.
Los dos accionistas posteriormente se vieron obligados a salir del país y enfrentan cargos penales presentados por el gobierno en su contra. Castillo sigue formando parte de Globovisión, pero aún persisten las dudas sobre cuánto tiempo más podrá el canal mantener una línea editorial crítica al gobierno.
El cable también hace mención de otra reunión sostenida por Duddy con el presidente del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, quien habló de la “asfixia económica” de los medios por parte del gobierno.
En esa reunión, Otero informó al embajador que el diario sufría serios problemas económicos que amenazaban con causar el cierre como consecuencia de una pronunciada caída en las ventas de publicidad promovida por el gobierno.
Según Otero, las ventas del diario estaban siendo severamente afectada por la nacionalización de varios de sus principales clientes y porque otras empresas temían ser castigadas por el gobierno si continuaban colocando publicidad en el diario.
Situación similar quedó registrada en otro cable que reporta la decisión de la empresa canadiense RIM-BlackBerry de dejar de auspiciar la producción del musical venezolano Jesucristo Súper Estrella, porque ello conllevaba comprar publicidad en medios independientes.
Según el cable, RIM conjuntamente con la compañía estatal de telefonía celular Movilnet habían estado de acuerdo con ser los auspiciantes de la obra, pero imponían como condición a la compañía de producción, Palo de Agua, que no colocara publicidad en una lista de medios de comunicación, incluyendo a Globovisión y El Nacional, así como los diarios El Nuevo País, Tal Cual y la revista Zeta.
Adicionalmente, Palo de Agua no podía comprar publicidad, incluso con sus propios recursos, en medios que no fuesen aprobados por RIM-BlackBerry y Movilnet, dijo el cable titulado, Jesus Christ, Super Censored: GBRV Pressure Sinks Musical’s Sponsorship Deal.
La compañía teatral intentó apelar la decisión directamente a la sede regional de la compañía canadiense en México, pero los ejecutivos se rehusaron a dejar de prestar apoyo a Movilnet, diciendo que no podía pronunciarse en contra de la empresa estatal debido a que es “su mayor aliado en la región”.
Palo de Agua decidió suspender el acuerdo.
Por otro lado, los directores de las estaciones de radio y televisión se quejan de que las constantes cadenas nacionales, que en ocasiones superan las cuatro o cinco horas diarias, están ejerciendo fuertes presiones sobre sus ingresos, ya que los medios no pueden colocar publicidad durante ese tiempo.
“Es una estrategia de muerte lenta”, comentó un ejecutivo de televisión en una reunión con funcionarios de la embajada.
Los cables también resaltan las constantes denuncias formuladas por integrantes del oficialismo contra líderes del sector, acusándolos en ocasiones de tratar de desestabilizar al país.
En el cable National Assembly releases flimsy report on Alleged anti-Chávez Plot, funcionarios de la embajada reportaron cómo Otero, Ravell y Mezerhane, junto con el director de Radio Caracas Televisión (RCTV), Marcel Granier, y el editor del diario Un Nuevo País y la revista Zeta, Rafael Poleo, fueron acusados en un informe de la Asamblea Nacional de estar entre los líderes de un presunto frente para desestabilizar al gobierno y para promover el asesinato de Chávez.
“Estas personas son acusadas [por el informe de la Asamblea Nacional] de desacreditar a Chávez y a su gobierno en los medios independientes y en los círculos empresariales y al hacerlo justificar su asesinato”, resalta el cable elaborado en diciembre de 2008.
“El informe enumera las instancias en las que los medios de comunicación claman por el asesinato de Chávez a través de pícaros titulares o el uso de mensajes subliminales”, añadió.
El sentimiento entre las filas del chavismo contra los medios de comunicación en ocasiones ha propiciado ataques violentos contra sus empleados.
El cable titulado Pro-government militants attack TV station Globovisión, resalta el ataque contra las instalaciones de Globovisión perpetrado en agosto por 35 militantes armados vinculados con la activista chavista Lina Ron.
Tras ingresar a las instalaciones a la fuerza, el grupo lanzó bombas lacrimógenas y amedrentó al personal con sus armas. Dos empleados resultaron lesionados en el ataque, que posteriormente fue reprochado por el propio gobierno.
En otro incidente reportado en el cable Threats against independent Media Continue in July, funcionarios de la embajada relataron el maltrato recibido por el fotógrafo del New York Times, Scott Dalton, de parte de los agentes de seguridad del gobernador del estado Barinas y hermano del presidente venezolano, Adán Chávez.
Dalton que investigaba, con el reportero de ese mismo medio Simón Romero, una serie de secuestros y violencia en Barinas, fue brevemente detenido y las fotos digitales que había tomado fueron borradas por el personal de seguridad.
El Nuevo Herald/GLOBOVISION“Chávez continúa reduciendo la capacidad de los medios privados de servir como una fuerza democrática de contrapeso”, escribió el exembajador de Estados Unidos en Venezuela Patrick Duddy en un cable diplomático divulgado por WikiLeaks.
Documentan ofensiva de Chávez contra prensa
El Nuevo Herald
Esgrimiendo una férrea determinación por silenciar a sus críticos, el presidente Hugo Chávez ha emprendido una incesante guerra de desgaste contra la prensa independiente de Venezuela, amenazando a los medios con cerrarlos, arruinarlos e incluso con violencia si sus salas de redacción no practican la autocensura, señalaron cables diplomáticos.
Informes elaborados por la embajada de Estados Unidos en Venezuela documentan los esfuerzos del gobierno venezolano por extinguir la libertad de opinión en el país petrolero, tratando a los medios de comunicación independientes como enemigos de Estado a ser doblegados para garantizar la sostenibilidad del régimen.
“Chávez continúa reduciendo la capacidad de los medios privados de servir como una fuerza democrática de contrapeso”, escribió el exembajador de Estados Unidos en Venezuela Patrick Duddy en un cable diplomático divulgado por WikiLeaks.
“En momentos en que ejecutivos de Globovisión suavizan su tono, contando los días que les quedan, y los principales medios impresos aparentemente en una desesperada condición financiera, Chávez está cerca de alcanzar su objetivo de ‘domesticar’ o eliminar la prensa libre e independiente remanente en Venezuela”, añadió en el cable titulado Globovisión Owners Acknowledge Defeat; El Nacional On the Ropes?
El informe, escrito por Duddy en febrero del 2010, fue uno de los más de una docena de cables de WikiLeaks entregados a McClatchy (compañía matriz de El Nuevo Herald) que muestran la sistemática persecución de los medios de comunicación en Venezuela, los cuales operan bajo constante amenaza de perder publicidad, sus licencias de operación, o ser penados con gigantescas multas si no suavizan sus críticas contra el régimen.
En el cable, el exembajador estadounidense reportó las intensas presiones ejercidas por el gobierno venezolano para obligar a Globovisión a cambiar su línea editorial, tras reunirse con dos de los principales accionistas del canal, Nelson Mezerhane y Guillermo Zuloaga.
En la reunión, los ejecutivos confirmaron versiones de que tuvieron que despedir al director Alberto Ravell, luego de que el gobierno presentara en un tribunal cargos “fabricados” contra ellos y amenazara sus intereses empresariales.
“Siguiendo varias amenazas del gobierno, algunas de ellas formuladas por el propio Chávez, Mezerhane confirmó que el ministro de Energía (previamente ministro de Finanzas, Alí) Rodríguez había intentado presionarle para comprar todas las acciones de Zuloaga y de Ravell, despidieran a Ravell y para que se deshicieran de Leopoldo Castillo [un conocido presentador de Globovisión muy crítico del gobierno]”, señaló el cable.
Las presiones, según el cable, incluían una amenaza de retirar millones de dólares en depósitos del Banco Federal, propiedad de Mezerhane, quien en la reunión admitió que “prácticamente fue obligado” a vender la entidad financiera.
Ambos accionistas le dijeron al embajador que la estrategia del gobierno era forzar a Mezerhane a comprar Globovisión por casi $32 millones y que Ravell saliera sin hacer ruido para dedicarse a trabajar en la expansión del canal de noticias en el exterior.
Los dos accionistas posteriormente se vieron obligados a salir del país y enfrentan cargos penales presentados por el gobierno en su contra. Castillo sigue formando parte de Globovisión, pero aún persisten las dudas sobre cuánto tiempo más podrá el canal mantener una línea editorial crítica al gobierno.
El cable también hace mención de otra reunión sostenida por Duddy con el presidente del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, quien habló de la “asfixia económica” de los medios por parte del gobierno.
En esa reunión, Otero informó al embajador que el diario sufría serios problemas económicos que amenazaban con causar el cierre como consecuencia de una pronunciada caída en las ventas de publicidad promovida por el gobierno.
Según Otero, las ventas del diario estaban siendo severamente afectada por la nacionalización de varios de sus principales clientes y porque otras empresas temían ser castigadas por el gobierno si continuaban colocando publicidad en el diario.
Situación similar quedó registrada en otro cable que reporta la decisión de la empresa canadiense RIM-BlackBerry de dejar de auspiciar la producción del musical venezolano Jesucristo Súper Estrella, porque ello conllevaba comprar publicidad en medios independientes.
Según el cable, RIM conjuntamente con la compañía estatal de telefonía celular Movilnet habían estado de acuerdo con ser los auspiciantes de la obra, pero imponían como condición a la compañía de producción, Palo de Agua, que no colocara publicidad en una lista de medios de comunicación, incluyendo a Globovisión y El Nacional, así como los diarios El Nuevo País, Tal Cual y la revista Zeta.
Adicionalmente, Palo de Agua no podía comprar publicidad, incluso con sus propios recursos, en medios que no fuesen aprobados por RIM-BlackBerry y Movilnet, dijo el cable titulado, Jesus Christ, Super Censored: GBRV Pressure Sinks Musical’s Sponsorship Deal.
La compañía teatral intentó apelar la decisión directamente a la sede regional de la compañía canadiense en México, pero los ejecutivos se rehusaron a dejar de prestar apoyo a Movilnet, diciendo que no podía pronunciarse en contra de la empresa estatal debido a que es “su mayor aliado en la región”.
Palo de Agua decidió suspender el acuerdo.
Por otro lado, los directores de las estaciones de radio y televisión se quejan de que las constantes cadenas nacionales, que en ocasiones superan las cuatro o cinco horas diarias, están ejerciendo fuertes presiones sobre sus ingresos, ya que los medios no pueden colocar publicidad durante ese tiempo.
“Es una estrategia de muerte lenta”, comentó un ejecutivo de televisión en una reunión con funcionarios de la embajada.
Los cables también resaltan las constantes denuncias formuladas por integrantes del oficialismo contra líderes del sector, acusándolos en ocasiones de tratar de desestabilizar al país.
En el cable National Assembly releases flimsy report on Alleged anti-Chávez Plot, funcionarios de la embajada reportaron cómo Otero, Ravell y Mezerhane, junto con el director de Radio Caracas Televisión (RCTV), Marcel Granier, y el editor del diario Un Nuevo País y la revista Zeta, Rafael Poleo, fueron acusados en un informe de la Asamblea Nacional de estar entre los líderes de un presunto frente para desestabilizar al gobierno y para promover el asesinato de Chávez.
“Estas personas son acusadas [por el informe de la Asamblea Nacional] de desacreditar a Chávez y a su gobierno en los medios independientes y en los círculos empresariales y al hacerlo justificar su asesinato”, resalta el cable elaborado en diciembre de 2008.
“El informe enumera las instancias en las que los medios de comunicación claman por el asesinato de Chávez a través de pícaros titulares o el uso de mensajes subliminales”, añadió.
El sentimiento entre las filas del chavismo contra los medios de comunicación en ocasiones ha propiciado ataques violentos contra sus empleados.
El cable titulado Pro-government militants attack TV station Globovisión, resalta el ataque contra las instalaciones de Globovisión perpetrado en agosto por 35 militantes armados vinculados con la activista chavista Lina Ron.
Tras ingresar a las instalaciones a la fuerza, el grupo lanzó bombas lacrimógenas y amedrentó al personal con sus armas. Dos empleados resultaron lesionados en el ataque, que posteriormente fue reprochado por el propio gobierno.
En otro incidente reportado en el cable Threats against independent Media Continue in July, funcionarios de la embajada relataron el maltrato recibido por el fotógrafo del New York Times, Scott Dalton, de parte de los agentes de seguridad del gobernador del estado Barinas y hermano del presidente venezolano, Adán Chávez.
Dalton que investigaba, con el reportero de ese mismo medio Simón Romero, una serie de secuestros y violencia en Barinas, fue brevemente detenido y las fotos digitales que había tomado fueron borradas por el personal de seguridad.