Luego de la alarma inicial que causó el satélite de la NASA UARS y su posterior impacto sobre la tierra, otro de estos grandes artefactos caerá sobre el planeta durante el mes de octubre, comunicó el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).
Si al cruzar la atmósfera este aparato ingresa con una velocidad de 28 mil kilómetros por hora, los elementos del observatorio de rayos X que están en su interior se fragmentarán y mientras la mayor parte se quemará, 30 son las piezas que llegarán a la superficie.
La posibilidad de que alguna persona pueda sufrir daños se eleva a una entre 2.000. Aunque pequeña, esta posibilidad excede el límite considerado aceptable por la NASA, que es de una entre 10.000.
Los trozos podrían dañar si caen sobre algún lugar habitado, no obstante, aún no se determinado debido a que no se sabe en qué lugar impactará.
La misión ROSAT -dirigida por el Instituto Max Planck para Física Extraterrestre, en cooperación con la NASA y el DLR- permitió a los años 90 un gran avance en la cartografía completa del universo y el estudio de las fuentes de rayos X en el espacio, una misión que terminó en 1994 cuando se le acabó el combustible.
Si al cruzar la atmósfera este aparato ingresa con una velocidad de 28 mil kilómetros por hora, los elementos del observatorio de rayos X que están en su interior se fragmentarán y mientras la mayor parte se quemará, 30 son las piezas que llegarán a la superficie.
La posibilidad de que alguna persona pueda sufrir daños se eleva a una entre 2.000. Aunque pequeña, esta posibilidad excede el límite considerado aceptable por la NASA, que es de una entre 10.000.
Los trozos podrían dañar si caen sobre algún lugar habitado, no obstante, aún no se determinado debido a que no se sabe en qué lugar impactará.
La misión ROSAT -dirigida por el Instituto Max Planck para Física Extraterrestre, en cooperación con la NASA y el DLR- permitió a los años 90 un gran avance en la cartografía completa del universo y el estudio de las fuentes de rayos X en el espacio, una misión que terminó en 1994 cuando se le acabó el combustible.
PUB/NASA