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domingo, 25 de septiembre de 2011

Una brasileña de 61 años dará a luz a su primer bebé en noviembre

(AFP) – Una brasileña de 61 años dará a luz en noviembre a su primer bebé, tras la implantación de un óvulo donado y fecundado en un laboratorio con espermatozoides de su marido, una técnica que a esa edad puede presentar riesgos tanto para la madre como para el bebé, alertan los médicos.

“Ya había llegado a la menopausia (…). Mi marido (de 38 años) quería ser padre. Yo también quería ser madre. Estoy en muy buen estado de salud (…) y me sometí a una evaluación médica muy rigurosa”, afirmó la mujer, habitante de Rio de Janeiro y cuya identidad no fue revelada, en declaraciones al diario O Globo.

La futura madre aseguró que no tiene la intención de decir a su futura hija que nació de un óvulo donado.

Este no es el primer caso de embarazo tardío en Brasil. El más reciente data del 9 de septiembre, cuando una mujer de 52 años, casada desde hace 23 con un hombre de 88 -que ya era abuelo-, fue padre por primera vez de gemelos.

Los especialistas del Consejo Federal de Medicina dijeron al periódico que estaban “inquietos” por esta nueva ola de embarazos tardíos, pero este organismo no ha fijado aún un límite de edad para la inseminación o fecundación artificial de mujeres “a partir de la cual hay riesgos graves para la madre o el bebé”.

“Se aconseja respetar la fisiología del organismo femenino. En promedio, una mujer llega a la menopausia a los 53 o 54 años y deja de ovular. Hacer una inseminación o fecundación artificial a esta edad supone una falta de sentido común”, sostuvo.

Existen riesgos de hipertensión grave y de diabetes para la mujer, así como de parto prematuro, de acuerdo con Amaral.
El especialista en reproducción asistida que trató a la sexagenaria, Marcelo Valle, declaró que en este caso fue posible porque la mujer estaba “bien desde el punto de vista clínico cardiológico y emocional”.

“La medicina rompe las barreras y la discusión de los casos de maternidad tardía se plantea en gran medida bajo los aspectos morales y fisiológicos (…). La historia de esta mujer es una excepción (…). Hay riesgos y la pareja debe estar bien informada”, añadió Valle