AP) — La nadadora estadounidense Diana Nyad tuvo que suspender el domingo a medio trayecto su maratón de natación desde La Habana hasta la Florida, luego que los médicos le advirtieron que las picaduras de aguamala que recibió podrían ser fatales, pues las toxinas de las picaduras se estaban acumulando en su cuerpo.
Nyad estaba muy hinchada por picaduras múltiples en el rostro y el cuerpo, dijo Vanessa Linsley, una integrante del equipo de Nyad.
“Ella está enfadada. Nadie le echa la culpa. No hay nada que pueda cambiar esto … no es algo que tenga que ver con su capacidad de natación. No se puede controlar a la madre naturaleza”, dijo Linsley.
La estadounidense de 62 años había completado un trecho de al menos 79 kilómetros (49 millas) de los 166 kilómetros (103 millas) del trayecto total. La atleta esperaba completar el viaje el lunes por la mañana.
El sábado por la noche sufrió una picadura dolorosa que le afectó la cara y ojos. Fue atendida a bordo de una balsa de apoyo. A un punto, Nyad trató de protegerse de picaduras abriendo agujeros para los ojos y la boca en el gorro de nado que llevaba.
En las primeras horas del sábado, sus asistentes detectaron barracudas en el área y ella también recibió la visita de un tiburón curioso, aunque sus ayudantes minimizaron el incidente.
Si hubiese conseguido su hazaña, habría sido la primera persona en cruzar el estrecho sin la ayuda de una jaula a prueba de tiburones, confiando sólo en la tecnología (un campo eléctrico alrededor de ella) y buzos que ahuyentan a los depredadores.
En un mensaje en Facebook, el equipo de Nyad dijo que la nadadora les llamó desde el agua, diciendo que expertos médicos le habían dicho que no se pasase otras dos noches en el agua.
De acuerdo con el mensaje, Nyad le dijo a su equipo: “Para cada uno de nosotros, ¿no se trata de determinar tu propia meta? Esta jornada ha sido siempre acerca de alcanzar tu otra orilla, no importa cuál sea, y el sueño continúa”.
Linsley dijo que Nyad estaba a punto de salir del agua y estaba rodeada por su equipo.
En agosto de 1978, Nyad también había realizado un intento —que se frustró tras 42 horas de nado— de unir las costas de ambos países, pero en ese entonces lo hizo en una jaula que la protegía de los tiburones. En 1997, la australiana Susie Maroney consiguió completar nadando el tramo entre La Habana y los Cayos de Florida, ayudada por una jaula.