La aerolínea española Spanair culpa del accidente que mató 154 personas en el aeropuerto de Madrid-Barajas en 2008 al mal diseño del avión y a una distracción de los pilotos.
En el informe de peritos que la empresa trasladará a la justicia, se atribuye a que el sistema de alarma de configuración inadecuada para el despegue (TOWS) no preveía un error de la tripulación en su ajuste.
Según el documento, los pilotos tuvieron una "falta de la disciplina necesaria" al no comprobar que la nave no estaba configurada en modo despegue como establecen los manuales del MD-80.
Pero al tiempo, según cita la agencia de noticias Efe, agrega que "la responsabilidad de garantizar la aeronavegabilidad del diseño y los requisitos básicos del mantenimiento de los sistemas críticos para la seguridad del vuelo recaía sobre Boeing", propietaria de McDonell Douglas, el fabricante del avión.
BBC