La Fundación de Ideas para la Paz (FIP) colombiana señaló en un informe que las FARC están tratando de "evitar a toda costa los combates", desarrollan estrategias "de bajo esfuerzo" y establecen alianzas con las bandas criminales que muestran "la debilidad" de esta guerrilla.
La directora ejecutiva de la FIP, María Victoria Llorente, dijo hoy en una conversación con Efe que "hay un deterioro sostenido de las capacidades de la guerrilla para enfrentar a la fuerza pública, lo que no quiere decir que no tengan capacidad para hacer daño".
Según el informe, "las estructuras de la guerrilla en el momento actual tratan de evitar a toda costa los combates, pues no tienen la capacidad para sostenerlo, y se muestran, frente a las Fuerzas Militares, como un enemigo difuso, elusivo y difícil de identificar".
El documento, basado en datos recabados por las Fuerzas Militares y por el Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Vicepresidencia de la República, revisó las tácticas y la territorialidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entre 1990 y 2011.
En él se destacó una reducción en los combates por iniciativa de la fuerza pública desde 2007 que tiene más que ver con la decisión de las FARC de eludir "choques directos" que con una disminución de la capacidad militar del Estado.
En el primer semestre de 2011, indica que a pesar de las maniobras de la guerrilla para evitar que las Fuerzas Militares encuentren a su máximo líder, Guillermo León Sáenz (alias "Alfonso Cano"), se libraron 529 combates de iniciativa militar en 129 municipios frente a las 279 acciones insurgentes ocurridas en 114.
Ello, sostuvo el documento, se traduce en que "la relación de combates por iniciativa de la Fuerza Pública por municipio es casi el doble del índice de acciones de las FARC por municipio".
Resulta que los enfrentamientos se han concentrado en el espacio, porque además se ha reducido la territorialidad del grupo armado desde 2002, cuando operaban en 377 municipios frente a los 142 en los que tuvieron presencia en 2011.
Por ello, se desestimó que se haya reducido la ofensiva militar durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, quien tomó posesión de su cargo el 7 de agosto de 2010.
"Es obvio que el nivel de los combates se reduzca, en un contexto en que las FARC han perdido más de la mitad de su pie de fuerza y del territorio, y por ello también caen los niveles de capturados, muertos y desmovilizados individuales, que no obstante siguen siendo significativos", argumentó el documento.
Llorente indicó que los resultados del informe, que a su juicio hace un análisis "menos coyuntural", apartan el "estado de histeria de pensar que hay un resurgir de la guerrilla; porque lo que hay hoy en día es bien distinto a las FARC de hace doce años".
Por otro lado, el texto se refirió a un repunte de la actividad de la guerrilla para mostrarse como un grupo "fortalecido y reactivado" que por el "muy bajo esfuerzo" que requieren las acciones se "ha puesto al descubierto la pérdida de iniciativa militar en la confrontación".
Esas reacciones al reajuste de la estrategia de la Defensa colombiana, que decidió hace dos meses operar en células más pequeñas y reforzar la inteligencia, se centran en el uso de minas y francotiradores, y evidencian una "situación de repliegue y de defensa".
"Una muestra más de debilidad de esta guerrilla" son las alianzas establecidas con grupos armados herederos de las estructuras paramilitares y han acordado con las FARC dividirse los cultivos de coca, la protección de laboratorios y las rutas del narcotráfico.
La directora ejecutiva de la FIP, María Victoria Llorente, dijo hoy en una conversación con Efe que "hay un deterioro sostenido de las capacidades de la guerrilla para enfrentar a la fuerza pública, lo que no quiere decir que no tengan capacidad para hacer daño".
Según el informe, "las estructuras de la guerrilla en el momento actual tratan de evitar a toda costa los combates, pues no tienen la capacidad para sostenerlo, y se muestran, frente a las Fuerzas Militares, como un enemigo difuso, elusivo y difícil de identificar".
El documento, basado en datos recabados por las Fuerzas Militares y por el Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Vicepresidencia de la República, revisó las tácticas y la territorialidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entre 1990 y 2011.
En él se destacó una reducción en los combates por iniciativa de la fuerza pública desde 2007 que tiene más que ver con la decisión de las FARC de eludir "choques directos" que con una disminución de la capacidad militar del Estado.
En el primer semestre de 2011, indica que a pesar de las maniobras de la guerrilla para evitar que las Fuerzas Militares encuentren a su máximo líder, Guillermo León Sáenz (alias "Alfonso Cano"), se libraron 529 combates de iniciativa militar en 129 municipios frente a las 279 acciones insurgentes ocurridas en 114.
Ello, sostuvo el documento, se traduce en que "la relación de combates por iniciativa de la Fuerza Pública por municipio es casi el doble del índice de acciones de las FARC por municipio".
Resulta que los enfrentamientos se han concentrado en el espacio, porque además se ha reducido la territorialidad del grupo armado desde 2002, cuando operaban en 377 municipios frente a los 142 en los que tuvieron presencia en 2011.
Por ello, se desestimó que se haya reducido la ofensiva militar durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, quien tomó posesión de su cargo el 7 de agosto de 2010.
"Es obvio que el nivel de los combates se reduzca, en un contexto en que las FARC han perdido más de la mitad de su pie de fuerza y del territorio, y por ello también caen los niveles de capturados, muertos y desmovilizados individuales, que no obstante siguen siendo significativos", argumentó el documento.
Llorente indicó que los resultados del informe, que a su juicio hace un análisis "menos coyuntural", apartan el "estado de histeria de pensar que hay un resurgir de la guerrilla; porque lo que hay hoy en día es bien distinto a las FARC de hace doce años".
Por otro lado, el texto se refirió a un repunte de la actividad de la guerrilla para mostrarse como un grupo "fortalecido y reactivado" que por el "muy bajo esfuerzo" que requieren las acciones se "ha puesto al descubierto la pérdida de iniciativa militar en la confrontación".
Esas reacciones al reajuste de la estrategia de la Defensa colombiana, que decidió hace dos meses operar en células más pequeñas y reforzar la inteligencia, se centran en el uso de minas y francotiradores, y evidencian una "situación de repliegue y de defensa".
"Una muestra más de debilidad de esta guerrilla" son las alianzas establecidas con grupos armados herederos de las estructuras paramilitares y han acordado con las FARC dividirse los cultivos de coca, la protección de laboratorios y las rutas del narcotráfico.
EFE