La Iglesia católica colombiana manifestó hoy su disposición para actuar en favor de la liberación de una niña de 10 años secuestrada por desconocidos el jueves pasado en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
El secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Juan Vicente Córdoba, dijo a través de un comunicado que la Iglesia reafirma la disponibilidad de "favorecer la liberación" de Nohora Valentina Muñoz, hija del alcalde de la localidad de Fortul, secuestrada el pasado 29 de septiembre.
Añadió que esta niña, al igual que todos los secuestrados "los tenemos a todos muy presentes en nuestras oraciones y no descansaremos hasta obtener su liberación".
Monseñor Córdoba, igualmente, hizo un llamado en favor de la liberación inmediata de la niña e instó a los grupos armados a "dejar por fuera del conflicto a los menores de edad, respetando su integridad y su inocencia".
El martes pasado, El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se comprometió a ayudar a los padres de la niña secuestrada en la búsqueda de un canal de comunicación con quienes la plagiaron.
La niña de 10 años fue hecha cautiva por dos encapuchados que la abordaron a las afueras del colegio público de Fortul en el que cursa quinto grado, junto a su madre, Pilar Gutiérrez, liberada después.
Las autoridades no han establecido si los secuestradores son guerrilleros o delincuentes comunes.
En la región actúan reductos de las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como bandas de origen paramilitar.
La búsqueda es dirigida en el terreno por el director del grupo de elite antisecuestro de la Policía Nacional, el general Humberto Guatibonza, quien se desplazó a Fortul por orden del presidente Juan Manuel Santos.
Guatibonza insistió en la oferta de 100 millones de pesos (unos 51.445 dólares) por informes que permitan rescatar a la niña y detener a quienes la retienen.
En las horas de la noche de este miércoles, al menos 2.000 personas marcharon por las calles de la población izando velas y faroles encendidos, en demanda de la libertad de la niña.
Esta es la tercera marcha que hace la población.
El secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Juan Vicente Córdoba, dijo a través de un comunicado que la Iglesia reafirma la disponibilidad de "favorecer la liberación" de Nohora Valentina Muñoz, hija del alcalde de la localidad de Fortul, secuestrada el pasado 29 de septiembre.
Añadió que esta niña, al igual que todos los secuestrados "los tenemos a todos muy presentes en nuestras oraciones y no descansaremos hasta obtener su liberación".
Monseñor Córdoba, igualmente, hizo un llamado en favor de la liberación inmediata de la niña e instó a los grupos armados a "dejar por fuera del conflicto a los menores de edad, respetando su integridad y su inocencia".
El martes pasado, El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se comprometió a ayudar a los padres de la niña secuestrada en la búsqueda de un canal de comunicación con quienes la plagiaron.
La niña de 10 años fue hecha cautiva por dos encapuchados que la abordaron a las afueras del colegio público de Fortul en el que cursa quinto grado, junto a su madre, Pilar Gutiérrez, liberada después.
Las autoridades no han establecido si los secuestradores son guerrilleros o delincuentes comunes.
En la región actúan reductos de las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como bandas de origen paramilitar.
La búsqueda es dirigida en el terreno por el director del grupo de elite antisecuestro de la Policía Nacional, el general Humberto Guatibonza, quien se desplazó a Fortul por orden del presidente Juan Manuel Santos.
Guatibonza insistió en la oferta de 100 millones de pesos (unos 51.445 dólares) por informes que permitan rescatar a la niña y detener a quienes la retienen.
En las horas de la noche de este miércoles, al menos 2.000 personas marcharon por las calles de la población izando velas y faroles encendidos, en demanda de la libertad de la niña.
Esta es la tercera marcha que hace la población.
AFP