(AP) — Steve Jobs facilitó que la gente se entretuviera usando tecnología avanzada, y solía lanzar un aparato tras otro haciendo parecer que se trataba de cualquier cosa, pero lejos de los reflectores, Jobs era un negociador duro que elogiaba y reprendía por igual a sus socios para lograr su siguiente paso.
El influyente cofundador de Apple Inc., que murió el miércoles a los 56 años, combinaba persuasión y poder para amoldar el contenido a sus aparatos. Sacudió los modelos de negocios existentes y se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para los ejecutivos en otras compañías.
Pero los consumidores lo amaban por eso.
En la actualidad, los iPods, iPhones e iPads son aparatos geniales para escuchar música, ver videos, jugar y leer contenidos comprados en la tienda digital iTunes. Los aparatos son todavía lo más importante para las ganancias de Apple, pero lo que va dentro de ellos: canciones, novelas, revistas y películas, requirió el sello de Jobs para llegar ahí.
Anne Sweeney, presidente de Disney-ABC, recordó cuando Jobs la deslumbró hace años con el que entonces era su más reciente aparato, el iPod video, para convencerla de que otorgara los permisos para reproducir programas de ABC en la pequeña pantalla del iPod.
Jobs viajó a Burbank, California, con un equipo de su empresa y convenció a los directores de ABC con un episodio del exitoso programa de la cadena “Lost”. Esto fue mucho antes de que Jobs se convirtiera en un megamillonario, cuando The Walt Disney Co. le compró la compañía de animación Pixar en 2006.
Sweeney estaba tan maravillada con el aparato que se le olvidó preguntar cómo había obtenido Apple una copia del programa. “Pensé: ‘él es Steve Jobs, puede hacer lo que sea”’.
Tiempo después, en una llamada telefónica, Jobs le dijo a Sweeney que se expresaba “completamente mal” sobre Disney.
“Dijo: ‘Siguen diciendo que son una empresa de medios de comunicación y siguen hablando de contenido. Ustedes son una empresa de medios y tecnología, y tienen que hacerse a la idea de eso porque eso es lo que son’. Y estaba en lo correcto”, dijo Sweeney en una conferencia sobre medios en Los Angeles.
Jobs no tenía ningún problema en decirle a los ejecutivos de las empresas lo que debían hacer. Muchas veces les llegó a decir que estaban “haciendo todo mal”.
Antes de que iTunes se convirtiera en una tienda de música, Apple creó las computadoras iMac que podrían “Cortar, mezclar y quemar” música de los CDs. La empresa fue una de tantas que se sumó a la ola de piratería que hizo tambalear a las disqueras.
La industria no encontraba la forma de salir del hoyo y Jobs les presentó una forma de promover el consumo legal de música. Jobs recriminó a los ejecutivos de menos rango en las disqueras por las ideas que tenían, pero después les presentó el plan de lo que se convertiría en la tienda de música más grande del mundo.
En 2002 convenció al entonces director de Warner Music, Roger Ames, de que las canciones a 99 centavos de dólar eran la vía para el futuro. Ante la falta de alternativas mejores, las otras empresas disqueras, incluso Sony Corp. que cuenta con un formato que compite con el de Apple, se sumaron a la iniciativa. Un año después, iTunes fue lanzada con 200.000 canciones.
La tienda cuenta ahora con un catálogo de más de 20 millones de canciones y se ha vuelto inmensamente popular, vendiendo más de 16.000 millones de piezas hasta ahora, a pesar de que con el tiempo el precio de las canciones subió a 1,29 dólares. Ahora más de 25% de los ingresos por ventas musicales en Estados Unidos provienen de Apple.
La influencia de Jobs en las películas y el mundo editorial ha sido menos profunda, pero es innegable.
Aunque vendió Pixar por 7.400 millones de dólares a Disney y se volvió rico, no logró que la gente se hiciera compradora en masa de películas digitales. Los estudios todavía están tratando de encontrar maneras de impulsar las ventas de cintas, incluyendo extras en los sitios de socialización y transmisiones por internet para asegurar que los discos comprados con copias digitales sean almacenados en la “nube”.
En cuanto a los libros, Jobs fue crucial para crear un nuevo modelo de precios para ejemplares digitales, aumentando algunos precios en internet, pero sin incrementar las ganancias de las editoriales. El iPad trata de convertirse en uno de los aparatos dominantes de los libros digitales y compite contra el Kindle de Amazon.com.
Otros que podrían beneficiarse del iPad son los periódicos y las revistas, que esperan que el aparato pueda impulsar la circulación decadente y aumentar la publicidad, pero esto todavía no está claro.
Quizá el legado más importante de Jobs es que ayudó a abrir un nuevo camino para la industria musical que había entrado en un circulo vicioso y que facilitó la forma en la que se consume entretenimiento de forma digital con aparatos sencillos de usar.
“Creo que es el Thomas Alva Edison de nuestra generación”, dijo Russ Crupnick analista musical de NPD Group. “Cuando los cielos de la industria musical estaban muy nublados, su visión hizo salir el sol”.
Por Ryan Nakashima