EFE-El Gobierno de Irán rechazó hoy la acusación hecha por Estados Unidos de que está tras un complot desmantelado para asesinar al embajador de Arabia Saudí en Washington, en manifestaciones del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast.
Mehmanparast, en declaraciones difundidas por la agencia oficial IRNA, calificó de "falsa" la acusación de EEUU de que las autoridades iraníes estuvieran detrás de una trama que pretendía atentar contra las legaciones de Israel y Arabia Saudí, y asesinar al embajador de este último país en Washington, Adel al Jubeir.
Irán y Arabia Saudí, aseguró, "mantienen unas relaciones de respeto mutuo y esas falsas afirmaciones no tendrán efecto alguno en la opinión pública de esta zona (de Oriente Medio)".
Para el portavoz iraní, la trama denunciada por EEUU es un "guión prefabricado" y "sin fundamento".
Mehmanparast condenó "ese tipo de actos terroristas", pero indicó que las acusaciones que se les hacen "son un truco ya gastado propio de la vieja y hostil política de EEUU y el régimen sionista (israel)" contra Irán.
"Los diseñadores de estas falsas situaciones pretenden promover la separación y ayudar al régimen sionista a salir de su actual aislamiento", indicó el portavoz iraní, quien las consideró "un espectáculo cómico para crear situaciones especiales con intención de sembrar la discordia".
Mehmanparast defendió la "moralidad y los valores islámicos" del régimen iraní e indicó: "Siempre hemos advertido de las conspiraciones de los enemigos (en especial EEUU e Israel) en la región (de Oriente Medio)".
Las actuales acusaciones, recalcó, se producen "cuando la política estadounidense, dentro de ese país y en esta región, se muestra verdaderamente ineficaz y se enfrenta a grandes protestas dentro y fuera de EEUU".
Estados Unidos acusó ayer a Irán de estar tras un complot desmantelado para atentar contra las embajadas de Arabia Saudí e Israel en Washington, así como asesinar al embajador Al Jubeir.
El secretario de Justicia de EEUU, Eric Holder, explicó en rueda de prensa conjunta con el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Muller, que el Gobierno iraní habría pagado un millón y medio de dólares a dos hombres para que perpetraran los atentados.
Los dos presuntos conspiradores fueron identificados como Manssor Arbabsiar y Gholam Shakuri, ambos de nacionalidad iraní, aunque el primero había obtenido también la estadounidense y residía en Nueva York, donde fue detenido el pasado 29 de septiembre en el aeropuerto John F. Kennedy.
Arbabsiar y Shakuri han sido acusados de conspiración para asesinar a un funcionario extranjero, conspiración para el uso de armas de destrucción masiva y conspiración para cometer un acto de terrorismo internacional, entre otros cargos.
La Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) tuvo conocimiento del complot cuando Arbabsiar se puso en contacto el pasado mayo en México con un informante de ese organismo, al que creía miembro de un cártel del narcotráfico, para pedir asistencia para asesinar al embajador saudí.
Mehmanparast, en declaraciones difundidas por la agencia oficial IRNA, calificó de "falsa" la acusación de EEUU de que las autoridades iraníes estuvieran detrás de una trama que pretendía atentar contra las legaciones de Israel y Arabia Saudí, y asesinar al embajador de este último país en Washington, Adel al Jubeir.
Irán y Arabia Saudí, aseguró, "mantienen unas relaciones de respeto mutuo y esas falsas afirmaciones no tendrán efecto alguno en la opinión pública de esta zona (de Oriente Medio)".
Para el portavoz iraní, la trama denunciada por EEUU es un "guión prefabricado" y "sin fundamento".
Mehmanparast condenó "ese tipo de actos terroristas", pero indicó que las acusaciones que se les hacen "son un truco ya gastado propio de la vieja y hostil política de EEUU y el régimen sionista (israel)" contra Irán.
"Los diseñadores de estas falsas situaciones pretenden promover la separación y ayudar al régimen sionista a salir de su actual aislamiento", indicó el portavoz iraní, quien las consideró "un espectáculo cómico para crear situaciones especiales con intención de sembrar la discordia".
Mehmanparast defendió la "moralidad y los valores islámicos" del régimen iraní e indicó: "Siempre hemos advertido de las conspiraciones de los enemigos (en especial EEUU e Israel) en la región (de Oriente Medio)".
Las actuales acusaciones, recalcó, se producen "cuando la política estadounidense, dentro de ese país y en esta región, se muestra verdaderamente ineficaz y se enfrenta a grandes protestas dentro y fuera de EEUU".
Estados Unidos acusó ayer a Irán de estar tras un complot desmantelado para atentar contra las embajadas de Arabia Saudí e Israel en Washington, así como asesinar al embajador Al Jubeir.
El secretario de Justicia de EEUU, Eric Holder, explicó en rueda de prensa conjunta con el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Muller, que el Gobierno iraní habría pagado un millón y medio de dólares a dos hombres para que perpetraran los atentados.
Los dos presuntos conspiradores fueron identificados como Manssor Arbabsiar y Gholam Shakuri, ambos de nacionalidad iraní, aunque el primero había obtenido también la estadounidense y residía en Nueva York, donde fue detenido el pasado 29 de septiembre en el aeropuerto John F. Kennedy.
Arbabsiar y Shakuri han sido acusados de conspiración para asesinar a un funcionario extranjero, conspiración para el uso de armas de destrucción masiva y conspiración para cometer un acto de terrorismo internacional, entre otros cargos.
La Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) tuvo conocimiento del complot cuando Arbabsiar se puso en contacto el pasado mayo en México con un informante de ese organismo, al que creía miembro de un cártel del narcotráfico, para pedir asistencia para asesinar al embajador saudí.