(dpa) - El “español” Fernando Amorebieta tenía ganas de demostrar que siente la camiseta de Venezuela, y lo hizo con un gol histórico ante Argentina que sumió en la euforia a su nuevo país. “Cuando metí el gol no podía creerlo (…) Yo quería demostrar que siento esta camiseta y que vine a dar lo mejor de mí”, dijo el defensa del Athletic de Bilbao tras el 1-0 ante Argentina, el primer triunfo de la historia ante la Albiceleste.
La relación de Amorebieta con la selección venezolana está llena de idas, vueltas y un sinfín de accidentes. Nació en Cantaura (a unas dos horas de Puerto La Cruz, donde se celebró el partido el martes) hace 26 años, pero a los tres partió al País Vasco, de donde sus padres son originarios.
El jugador del Athletic apenas empezó a manifestar su intención de ser “vinotinto” hace cuatro años, pero siempre lleno de ambivalencias, ya que su prioridad fue esperar la convocatoria de España, algo que nunca se concretó. Esto generó la indignación de muchos hinchas venezolanos, que pidieron que no se contara con el central. Pero ahora, finalmente, “Amore” pudo ser profeta en su tierra.
En Venezuela, que se precia de ser una potencia del béisbol, nadie se acordó de la derrota 11-4 que sufrió el seleccionado nacional de la especialidad el martes en el mundial de Panamá. Hoy, Venezuela es sólo fútbol.
La Vinotinto llegaba de obtener un histórico cuarto lugar en la reciente Copa América de Argentina que había ilusionado a la hinchada. Pero luego sufrió tres derrotas en cuatro amistosos y un debut en las eliminatorias para el olvido en Ecuador que se saldó con derrota 2-0.
En Puerto La Cruz el martes todo lo que podía salir bien salió bien. En la primera mitad, la Vinotinto se aferró sobre el terreno y se dedicó a cerrar espacios.
En el complemento, Venezuela tomó la rienda del partido y poco a poco fue metiendo a la albiceleste en su sector de la cancha. En tanto, la estela de Lionel Messi fue perdiendo brillo con el paso de los minutos.
Con el gol de Amorebieta se desató la algarabía de todo un país que soñaba con un triunfo que hasta hace pocos años parecía una utopía.
El seleccionador venezolano, César Farías, acotó que el triunfo logrado ante Argentina es el resultado de un proceso de trabajo que data de varios años.
“Este es un partido que tenía muchos años jugándose, que era el rival que faltaba que pudiéramos vencer. Hoy se dio ante el mejor jugador del mundo (Messi). Somos un seleccionado que controla bien sus emociones, que tuvo la paciencia necesaria y la jerarquía”, explicó.
Farías, pese a mostrarse satisfecho por el triunfo, fue categórico al momento de pedir a la prensa y la afición no caer en el triunfalismo, toda vez que la eliminatoria mundialista es un proceso largo.
“Uno tiene que tener mesura y tranquilidad y saber que la eliminatoria es muy larga, que este resultado no nos clasifica ni nos elimina y que ya para nosotros no es una sensación nueva poder conquistar espacios y ganar cosas, como tampoco es una sensación nueva perder”, matizó Farías ante las preguntas eufóricas.
El triunfo de Venezuela, el primero ante Argentina tras diez derrotas en igual cantidad de partidos oficiales, parece dar un golpe de efecto dentro de la eliminatoria sudamericana a Brasil 2014. El mensaje venezolano es claro: no nos subestimen.
La frase “ya no somos la cenicienta de Sudamérica” se venía repitiendo de forma casi obsesiva en la cabeza de muchos venezolanos, cansados de que su equipo de fútbol fuera la burla del patio.
Amorebieta se erigió incuestionablemente como el héroe de la noche. Primero con una apretada marca sobre Messi que hizo desaparecer a la “Pulga”, y luego con el gol del histórico triunfo.
Por Ángel González
